El escenario tiene cuatro zonas rectangulares blancas iluminadas. En el fondo formas geométricas de metal. Sonido de lluvia. Entran cuatro bailarinas y se paran de espaldas al público. Se colocan mirando los espacios señalados. Se miran unas a otras. Caminan entre los lugares. Se dan tiempo. Están vestidas con pantalones y blusas blancas. Todas diferentes. Cada una a su ritmo y a su modo se apropia de uno de los espacios determinados. Recorren el lugar.

Comienzan a desdoblar los rectángulos que están formados por un gran plástico prolijamente doblado. Lo sacuden, lo transforman, el sonido que produce se pliega al sonido de fondo. Desaparece la música.

La luz va cambiando al igual que las formas que van creando los plásticos movidos por ellas. Aparecen montañas, caparazones, desiertos y lagos. Lo refriegan, aprietan, se caen o dan maromas sobre ellos. Los empollan, los hacen capullos, les hablan. Los recogen hacen montones y se derrumban sobre ellos. Se envuelven. Los empujan, los arrastran., los intercambian, se deslizan. Los convierten en vestidos de reinas. Giran...

Se juntan las cuatro y se paran a contraluz de espaldas al público. Se detiene la música, van hacia el montón y comienzan a desplegar uno de los plásticos hasta formar un gran cuadro que cubre todo el espacio. Y lo miran. Toman otro y lo despliegan sobre el primero. Y vuelven a mirar.

Así con cada uno hasta que los cuatro están extendidos. Ellas los mueven, se desplazan sobre ellos, los convierten en capas de diferentes paisajes. Mares que ondulan, dunas que se transforman, rocas que surgen. Son personajes y escenografías.

Marcela Escobar, la coreógrafa de “Rondó Dos”, utiliza el objeto al máximo, exprime todas sus posibilidades, sin dejar de asombrar con lo que logra con los simples plásticos. Las intérpretes están tan compenetradas con ellos que los manipulan orgánicamente.

El tiempo en que suceden las acciones obra de igual forma, pausas justas que dejan ver la estela de los movimientos y permiten su disfrute.

La obra cuenta con el apoyo del Fondart del Gobierno de Chile y se presentó en Santiago en el Teatro Huemul, en el MAC de Quinta Normal, en la Plaza de la Constitución, en el Hospital Psiquiátrico Dr.J.Horwitz Barak y en la Sala Santa Elena. En Movimiento 6 se presentó el 2 de abril.

Sus intérpretes son Nathalia Galgani, Alejandra Maturana, Pamela Quero y Marcela Escobar. Con música de Simón Poblete, vestuario de Ana Luisa Escobar, escenografía de Ximena Poblete e iluminación de Ana Campuzano.

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