La conocí cuando apenas tenía 15 años. Elena del Cueto Faz, llegó a la Escuela de Baile de la Sociedad Pro-Arte Musical de La Habana llena de curiosidad y expectativas, deseosa de descubrir la belleza que encerraba la teoría de la musa Terpsícore, patrona de la danza y la música.
Mi amistad con Elena data de 1941, cuando comenzó sus clases de ballet en la escuela de baile de la Sociedad Pro-Arte Musical. Ese mismo año había sido nombrado director de la Escuela, Alberto Alonso, que llevaba de ayudante a su primera esposa, la bailarina canadiense Patricia Denise Meyers (a.k.a. Alesandra Denisova en el Original Ballet Russe).
Muy pronto el interés de Elena en el ballet comenzó a dar frutos, y su nombre empezó a aparecer con prominencia, en los programas de las fiestas de ballet de la escuela. Los años transcurrieron, y Elena, entregada totalmente a aprender ballet clásico, sentía especial predilección por Alberto Alonso, su joven maestro, libre ya de su compromiso matrimonial anterior. El romance floreció y el 23 de noviembre de 1946, la Iglesia de San Juan de Letrán, en el Vedado, abrió sus puertas para acoger a la joven pareja en matrimonio religioso.
¿Qué rol desempeñó Elena en los comienzos del “ballet cubano”? Eran los inicios de los sueños de Alberto Alonso, con respecto a ese estilo de ballet. Comenzaba la década de los años 50, y era el principio de la TV en Cuba. Elena aparecía en infinidad de obras coreografiadas por su esposo y maestro, con música de compositores cubanos, tales como “Quimbisa”, “Maleficio”, “El Güije”, “Rapsodia Negra” de E. Lecuona, y otros. También en programas televisados que adquirían fama como Cabaret Regalías, Casino de la Alegría, Momento Musical Sábanas Palacio, e infinidad de otros más que escapan a mi memoria.
Elena probó su mano en hacer coreografías y de ello dan fe dos fotografías y programas que encontré en mi archivo personal: “Pänoram” ( con música de Haydn-Brahms, 1950), Y “Fantasía Cubana”(música de Paul Csonka, 1951).
Pero la bonanza de la TV pronto sufrió un alto: había llegado la hora de la revolución cubana, que dio al traste con planes y esperanzas. La vida cambió totalmente para todos (adherentes y contrarios por igual).
En 1962, fingiendo un contrato en México, Elena, ya separada de Alberto Alonso, partió con sus dos pequeñas hijas, Maria Víctoria Alonso y del Cueto (hoy Saccenti), y Maria Elena Alonso y del Cueto (hoy Sierra) hacia la capital azteca, donde permaneció algún tiempo. Su vida posterior continuó por el camino que toman la mayoría de los que han huido y huyen de las barbaridades del fidelismo.
Elena logró mantener su prestigio, presentándose en algunos shows, especialmente en Puerto Rico, donde vivió por algún tiempo. Fundó un estudio de ballet en Queens, Nueva York, donde impartía clases y se mantuvo activa hasta su retiro, viviendo por algún tiempo en Miami, hasta retirarse definitivamente en la ciudad de Nueva York. Con sus hijas en constante comunicación, la vida de esta gran amiga y diva de la danza, fue apagándose lentamente, hasta llegar al inevitable final. Elena murió a los 87 años el 24 de julio en el Saturn Nursing Home, de Charlotte, NC.
Descansa en paz, Elenita querida. Dios ya te abriga en su seno
Mi más sentido pésame a Vicki y Malelena, a sus hijos políticos John Saccenti y Rolando Sierra y nietos adorados, Alberto y Arturo Sierra-Alonso.
Elena del Cueto fue una de mis primeras maestras de ballet, conjuntamente con Alberto Alonso y Finita Suàrez en Pro Arte Musical. Eso no se olvida, no se puede olvidar. Elena tenía mucha dulzura en su manera de enseñar, y después de profesional me he dado cuenta de la calidad pedagógica de su enseñanza, de la graduación de las dificultades y de la manera de resoverlas que ella simplemente y sin aspavientos nos comunicaba.Con ella hice el Lobo de “Pedro y el Lobo” y de eso me acordaré siempre. La recuerdo también como la Reina de Shemakhan en “El Gallo deOro”. La volví a ver en NY, y me acogió siempre dulce y cariñosa. Que descanse en paz y que su recuerdo perdure entre los que la conocimos.
Conoci a Elena cuando tomaba clases de ballet en Pro-Arte Musical, La Habana, Cuba. Siempre la he recordado con mucho carino.