José Manuel Carreño, Alicia Alonso y Kevin McKenzie en el 22 Festival de Ballet de La Habana. Fotos: Nancy Reyes.
Para cualquier cronista resulta harto difícil resumir, en unas pocas cuartillas, las incidencias, aciertos y desaciertos, de un mega festival de danza, donde se sucedieron eventos sobre la escena, con más de una docena de estrenos mundiales, presentaciones de tres grandes clásicos del repertorio (“Giselle”, “Coppélia” y “Lago de los cisnes”), compañías de ballet de varios continentes (ABT, NYCBallet, Ballet Julio Bocca del SODRE) y estrellas en solitario del más alto nivel artístico posible, conferencias de prensa y otros actos colaterales, entre los cuales varias exhibiciones de artes visuales y filmes alusivos a la andadura artística de la “prima ballerina assoluta” de Cuba, Alicia Alonso.
Hubo insospechadas ausencias, como ocurriría con los afamados artistas de las principales agrupaciones clásicas de Rusia, de Italia y Francia, por solo citar las que habitualmente correspondieron las invitaciones de Alonso en precedentes festivales, y con los que mantiene intercambios culturales regulares (por fuentes cercanas a los organizadores, supimos que las cartas de invitación fueron enviadas en tiempo y forma: algunos se excusaron, otros no).
Si se nos solicita que señalemos los hitos que quedarán en los anales de estos eventos habaneros, que concluyeron el pasado 7 de noviembre, tendríamos que reseñar unos cuantos “afterimages”.
Pero esto no fue predecible con la gala de apertura del 28 de octubre (efeméride de la primera función profesional del Ballet Alicia Alonso, en 1948), de carácter anticlimático, con un inteligente desfile inaugural con más de 400 alumnos de ballet desde los cursos vocaciones que comienzan con chicos y chicas menores de 6 años, hasta todos los miembros del BNC y el saludo final de la Alonso sostenida por dos de sus primeros bailarines. El coreógrafo y coordinador aquí fue el joven Eduardo Blanco, quien por primera vez utilizó atinadamente una marcha compuesta por Gaspar Villate, eminente músico cubano decimonónico en el olvido. Hubo un vibrante discurso del historiador de la ciudad de La Habana, Eusebio Leal, y posteriormente se incluyó un decepcionante documental de tres jóvenes autores españoles (que fue exhibido previamente en la televisión ibérica), aún bisoños, a pesar de contar con materiales inéditos de la vida y carrera de la Alonso, la reiteración de los mismos entrevistados y la carencia supina de uno de los fundadores del ballet cubano y su escuela clásica, el maestro Fernando Alonso (presente en la Gala, y en vísperas de cumplir sus 96 primaveras).
En esta vigésimo segunda edición, se conmemoraron varias importantes efemérides, no sólo de danza sino también de la literatura, como el centenario del notable escritor cubano José Lezama Lima (Alicia Alonso creó un ballet sobre uno de sus más famosos poemas). Entre otras Galas, se celebró el centenario de la excelsa bailarina rusa Galina Ulanova y los 70 de su compatriota y gran virtuoso bailarín del siglo XX, Vladímir Vassiliev (en otra ceremonia, personalmente entregó a la Alonso el trofeo anual de la Fundación Ulanova).
Empero la repercusión mediática fue acaparada por las representaciones provenientes de los Estados Unidos, como se sabe, tan vinculadas a la carrera profesional de la leyenda viva del ballet cubano: el American Ballet Theater (con casi 70 miembros encabezados por varios de sus “principales” y su director artístico Kevin McKenzie), y el New York City Ballet (con ocho de sus virtuosos “principales”, que ingresaron en el conjunto después de la desaparición física de su fundador, George Balanchine, Mr. B). En estos dos elencos, lamentamos los imprevistos, pues Marcelo Gomes, del ABT, enfermó antes del viaje a Cuba, y del neoyorkino no pudimos ver bailar al español Joaquín de Luz, pues sufrió una lastimadura de tobillo en el ensayo la víspera de la presentación, y dos dúos con Tiler Peck fueron cancelados.
Toda buena fiesta tiene su epílogo con broche de oro. Sobre la escena de la Sala García-Lorca del Gran Teatro de La Habana, fueron apareciendo los bailarines locales, que se confundieron con los invitados foráneos, y se solemnemente se abrió una senda, por donde “royalement” llegó hasta el proscenio la eximia y pronto nonagenaria (diciembre 21 de 2010), Alicia Alonso, escoltada por dos de los más grandes bailarines del mundo hoy, vástagos eminentes de la escuela cubana de ballet (que ella fundara con los hermanos Fernando y Alberto Alonso), José Manuel Carreño y Carlos Acosta.
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- José Manuel Carreño, Alicia Alonso y Kevin McKenzie en el 22 Festival de Ballet de La Habana. Fotos: Nancy Reyes.
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Cierto, no admiten criterios VERDADEROS en relación a nustra ENORME LABOR dentro del Ballet Clásico… o sea LA CULTURA DEL MOVIMIENTO en la Danza suprema La Otrora Excelsa Danza ACADÉMICA……… No me considero RESENTIDA ni Frustrada y menos “déspota”…Madre mía,,,,, La Mayoría, que ha trabajado conmigo respeta mi trabajo…como yo respeto sólo “a la ALONSO bailarina….su exceso de divismo, la adulación constante y su real CEGUERA impidieron desarrollar en ella la idea de SUSTITUTAS MUJERES…..Usted , renacimiento…de ésto no sabe nada….lo siento es usted otra ignorante…………
esa chica p Sra. que dice llamarse renacer, y con minúsculas ,, es un nombre inventado supongo….
Se ve que usted no me conoce y menos aún sabe de lo que está hablando……………Gracias por llamarme Déspota…vaya PARADOJAS de cubanos borregos de una dictadura que dura ya 54 años………………
Más de los mismo…tristemente ciertas tareas sobre el BNC promueven estas opiniones encontradas.Gracias Karemia por salir en defenza de la verdadera historia del Ballet Cubano y del Maestro, seguramente como tú no eres parte de la historia del ballet en Cuba estás inventando esta parte…alguien recuerda en los elencos del Ballet de Cuba a Renacer?…Por la insistencia de colocar sólo en el papel de fundador a los Maestros Alberto y Fernando Alonso se descubre siempre el mismo personaje.Que pena!!!
Realmente no comprendo que existan personas de tan baja educación, que juzgen a intelectuales cubanos… como al Sr. Pedro Simón, esposo de Alicia, pero también director del Museo de la Danza, de la Revista Cuba en el Ballet, intachable intelectual y estudioso de su obra y de la escuela cubana de ballet, un gran crítico y escritor además de recopilador de la historia del Ballet cubanao, cosa que a la Sra. Karemia Moreno, ex bailarina, despóta, malagradecida, muestra en sus palabras resentidas,envidiosas y difamadoras un odio visceral hacia todo lo que lleve el cuno Alicia Alonso. Es lamentable su actitud de querer pronunciarse utilizando difamaciones de tendencias sexuales… es triste senora… si es que se le puede llamar así…
Ciertamente el documental de la televisión espanola no cumplió su cometido, en mi opinión, hubiese cambiado y agregado a otros, el Sr. Alberto García contó muy bien muchas anécdotas sobre Alicia , desconocidas… A Fernando Alonso no se le ha disminuído su papel de fundador , pues lo es, junto a Alberto Alonso y a la gran diva Alicia Alonso….
RENY MARTINEZ!
sALUDOS.
gRACIAS POR LO DEL “DOCUMENTAL” ESPAÑOL…TIENE DE ESPAÑOL LA REALIZACIÓ.EL CONTENIDO “MANIPULADO” ……sin comentarios…publiquÉ muchas opiniones en el facebook!!!!…..Lamentable que el Sr.Simón continúe siendo el “mismo” SUPERADO en “Cinismo”, y lo peor PRÍNCIPE CONSORTE… tanto que nos habló FERNANDO ALONSO, sobre la imposibilidad de “REFORMAR una tendencia”X”sexual en el hombre, que tuviÉsemos cuidado de no ENAMORARNOS equivocadamente…en fin “paradojas”. El Sr.García. del cual nadie sabe nada, anterior a su aparición en 1992 en la cOMPLUTENSE,(desde luego de máxima confianza del ESTADO cubano) SON INEXACTOS CON premeditaciÓN en su “HIStoria castrada DEL baLLET DE cuba” ALICIA CONTINÚA RODEADA DE SERES indeseables, OPORTUNISTAS DESDE HACE DECENIOS.., que lástima.rEALMENTE IMPERDONABLE.
La historia es la que “ES” no la que ellos quieran…continúan equivocándose… denigrante… abominable.