Tamara Rojo apunta a mantener el nivel artístico-técnico de los clásicos, así como de la contemporaneidad con programas que muestren un hilo conductor cuando son los llamados ‘’triple bill’’ (tres ballets en una noche). Entonces busca un título que refleja, más o menos, el sentido general o “mood” del espectáculo. Por ejemplo, este se llamó ‘’Ectasy and Death” (Extasis y muerte), que incluyó: “La Petite-Mort”, de Jiri Kylián, “Le jeune homme et la mort”, de Roland Petit, y cerraba con ‘’Etudes’’ (montado por Jhonny Eliassen, quien lo bailó mucho tiempo y es el responsable de reponerlo por medio mundo, y prácticamente estuvo dos meses con el ENB). Para el montaje de la pieza de Kylián viajaron dos de los bailarines que lo estrenaron, y para la obra de Petit estuvo Luigi Bonino, encargado de las reposiciones por la Fundación Petit. Y contamos, como bailarín invitado, a Nicholas le Riche, estrella de la Ópera de París.
Después vino el Homenaje a Rudolf Nureyev. Era con el ENB que Nureyev realizaba sus grandes festivales en Londres, y fue en esta compañía donde monto su versión de ‘’Romeo y Julieta’’ de Prokofiev. Desde sus bailarines fundadores, Alicia Markova y Anton Dolin, podemos ver la constelación sucesiva de famosos que han bailado con el ENB, no solamente ingleses, sino de todas partes del mundo.
Por ejemplo, en el presente tenemos a Vadim Montagirov, uno de los bailarines clásicos más asombrosos sobre la escena mundial en los últimos tiempos. Formado en Kiev, ganó el Grand Prix de Lausanne, que le permitió estudiar en la Escuela del Royal Ballet, sin embargo al graduarse decidió integrar las filas del ENB. Hasta ahora bailaba los grandes clásicos solamente, pero lo motivamos para que bailara también la otra dirección: los contemporáneos.
Alban Landorf, proveniente del Danish Ballet, otra de las grandes promesas de la danza planetaria, fue invitedo para bailar ‘’Etudes’’, quien se sentía en su salsa, puesto que lo conoce desde niño como estudiante en la escuela de Copenhague. Es un virtuoso, brillante, y gran artista. (En Rusia, resultó ganador este ano del Premio Benois de la danza, ex aequo con Montagirov, en la categoría hombres).
El cierre de temporada fue el programa Homenaje a Nureyev, montado con ayuda de la principal “ballet mistress” del Ballet de L’ Opéra de Paris, Clotilde Vayer, con la cual trabajé armoniosamente en años precedentes. Este espectáculo incluyó ‘’Petrouchka’’; ‘’El canto del compañero errante” y finalizaba con ‘’Raymonda’’ (primer ballet montado por Nureyev para el Royal Ballet). Vayer repuso con el ENB la versión de Nureyev para el Ballet de la ‘Opera de Paris, que difiere de las anteriores debido a una serie de variaciones agregadas por él mismo.
Hubo tres elencos alternantes para ‘’Petrouchka’’, en el cual debutó el cubano Jonah Acosta (sobrino de Carlos), como El Moro, quien defendía un rol carente de pasos acrobáticos, por lo cual debía demostrar sus dotes histriónicas en su interpretación. Para ‘’El canto…’’ viajaron a Suiza con los bailarines elegidos para la obra, ya que la Fundación Béjart-Lausanne es muy celosa con las reposiciones de los títulos de Béjart para otras compañías: ellos lo revisan todo al detalle, y solicitaron que los acompañara, teniendo en cuenta el periodo largo que trabaje allí con el propio autor.