El público habanero, seguidor incondicional de los espectáculos de Lizt Alfonso Dance Cuba, la compañía que fundó y dirige con rigor y disciplina desde hace 20 años Lizt Alfonso, pudo disfrutar en el teatro Karl Marx del estreno en Cuba de su nuevo espectáculo de gran formato, “Amigas”, anteriormente estrenado con gran éxito en escenarios de Alemania.
Esta nueva producción de Alfonso continúa la línea de la precedente, “Vida” –que contó con la estelar diva del BuenaVista Social Club, Omara Portuondo–, y requiere de un amplio despliegue de recursos escénicos para que las 10 escenas que desarrollan la historia central de este llamado “dancical” –término anglosajón acuñado hace años por el crítico inglés afincado en NYC Clive Barnes–, fluya sin desfases ni retrasos.
La creadora de esta pieza insiste que no debe compararse con una comedia musical, tal como se le conoce en Broadway, ni tampoco con “Vida”. Es un “dance musical” que ella califica de “producción ambiciosa”, reto obligado para festejar dos décadas de una trayectoria artística meritoria, en muchos sentidos, de bien hacer.
Explica Alfonso que pretendía aquí contar, teatralmente, una historia muy cubana, alejada del clisé con el cual la publicidad turística la ha encasillado. Lo ha tratado de realizar durante el transcurso del espectáculo, pero no siempre lo consigue. Ella se ha esforzado para lograr el equilibrio de los elementos esenciales: que la danza tenga tanta importancia como la música y la interpretación (una experimentada actriz de cine y tv, Larissa Vega, trabajó arduamente con todo el conjunto).
Esta vez, intervienen en escena 26 bailarinas, y excepcionalmente tres bailarines de fuste: Vadim Larramendi, Oddebí García y Joan Morell , que fueron acompañados en vivo por una afinada banda musical de doce notables instrumentistas.
Las “amigas” protagonistas fueron encarnadas por seis vocalistas de proyección y presencia escénica atractivas: Niurka Reyes, Sory y la revelación de la noche, la muy aplaudida Yaima Sáez (voz bien timbrada y colocada, adornada con una elegante gestualidad). Así como las partes bailadas por sus dobles especulares: Carmen Rosa López, Ana López y Claudia Valdivia.
Las coreografías exhiben una estructura definida y un diseño espacial diverso, ajustadas a las intenciones previstas por Alfonso, con una sincronía peculiar en su gestualidad y vocabulario de pasos en su acostumbrada fusión con los palos del flamenco y los bailes populares de la isla, evitando las confusiones.
La cubanía de los ritmos musicales fluye conjuntamente con los bailables habituales de los salones de baile citadinos, icónicos en el mundo entero como el son, el chachachá, la conga o el bolero (sin desdeñas algún paso de tango arrabalero). La escena más alargada es la denominada “La Espiritualidad”, retomada del espectáculo “Vida”, es muy bien recibida por los cuatro mil espectadores que colmaron este coliseo durante tres semanas. Otra escena nos reservaba una impresionante entrega por los ejecutantes de la percusión de los rituales afro-cubanos.
Hubo resultados de excelencia en el diseño de luces, la escenografía (minimalista) y el vestuario de los conjuntos, aunque los diseños para las cantantes solistas no fueron felices en todo momento.
Para el final quedan los reproches a la dramaturgia, que podría calificarse del “talón de Aquiles” de “Amigas”. Pero una revisión ulterior de los elementos fundamentales de la narratología en la danza, así como en el desarrollo de la acción teatral, redundaría en eficaz coherencia dramática para un final más convincente.
Sinopsis del guión de Juan Carlos Coello:
El espectáculo transcurre en el plató de un programa de la televisión cubana, “Música y Estrellas”, en la actualidad, al cual han sido invitadas Mercedes, Caridad Y Regla, las integrantes del otrora trio de voces “Amigas”, uno de los más populares e importantes de su momento (finales de los 50 o principios de los 60 del siglo pasado), que sin causa aparente se desintegró cuando estaba en la cima de su fama. Ya son mujeres maduras, pero todavía hermosas, las cuales son compulsadas a contar lo que sucedió: el por qué de su separación cuando el público más las adoraba. Del espectacular cuerpo de baile de esta emisión televisiva surgen tres bailarinas especulares de las cantantes–protagonistas que interpretan las distintas etapas de sus vidas. La orquesta las acompañará en las interpretaciones de los números más gustados de sus repertorios. El amor, el dolor, el perdón y la reconciliación se sucederán en el set, para demostrarnos que, si la amistad es verdadera, ella prima sobre todas las cosas.