Compañía Rosario Cárdenas

"Concierto en 9", miniaturas en retrospectiva, por la Compañía Rosario Cárdenas en el teatro Mella de La Habana. Fto gentileza CRC.

La coreógrafa y bailarina Rosario Cárdenas (50) –formada originalmente en la danza moderna cubana según los fundamentos establecidos por el nonagenario maestro Ramiro Guerra, junto con otros eminentes profesores y coreógrafos mexicanos–, decidió experimentar otras vertientes estéticas a la moda y con técnicas de fuentes foráneas, para fundar entonces (hace unas dos décadas) su propio conjunto. Lo bautizó como “Danza combinatoria”, como resultado de sus investigaciones a partir de las acuciosas lecturas de la obra poética y ensayística de uno de los epígonos de la literatura cubana del siglo XX, José Lezama Lima, cuyo centenario ha sido festejado extensamente en su país e internacionalmente.

El basamento, al concebir sus piezas reside en las combinaciones matemáticas y logísticas subyacentes en el discurso barroco de Lezama, las cuales son puestas en función de una particular gestualidad y de una estructura espacial diseñada para cada nuevo tema o argumento. En la elaboración y posterior puesta en escena, Cárdenas no se arredra en el empleo de elementos procaces o agresivos para el espectador adocenado, ni se limita en el eclecticismo, si el objetivo es provocar lecturas contradictorias (propias del posmodernismo), que despierten las neuronas de su auditorio.

Como resultado de una larga beca de estudios en Francia, fue madurando en su andadura intelectual, enriqueciéndose y decantando la escoria. Rosario Cárdenas regresa a su país con un diplomado otorgado por una de las prestigiosas universidades parisinas. Después de una corta gira por la península ibérica, acepta la oportunidad que le brinda la dirección del habanero teatro Mella, con su extenso escenario y aforo de unas dos mil butacas, a pesar de que sus miniaturas coreográficas tienen un lenguaje intimista.

Así, decide conformar una panorámica en retrospectiva bajo el título de “Concierto en 9”, que incluye nueve obras de “pequeño formato”, con dos estrenos por tres noveles bailarines del conjunto, en los cuales, según expresan las notas al programa de mano: “se conjugan tradición y modernidad” (ambos conceptos muy debatidos siempre).

La llamada “técnica combinatoria” de danza contemporánea creada por Cárdenas, se exhibe ahora por la nueva Compañía Rosario Cárdenas, en algunas de las obras del programa, tales como en “Combinatoria en guaguancó” (2002) con música de Guido López-Gavilán, o en “Mambo No. 1”(1996)Ñ´; “Habanera Veinte Años”(1995); “Danza de Fin de Siglo”(1995), para citar sólo estos ejemplos, donde se muestra claramente las descontrucciones –que ella denomina reelaboración fragmentada–, de tradicionales ritmos bailables muy populares entre los aficionados que frecuentaban los salones de la isla.

La coreógrafa quiso, igualmente, rendir homenaje al notable dramaturgo cubano Virgilio Piñera, en medio de las celebraciones por el centenario de su nacimiento, (también propone la reposición en agosto próximo de su “María Viván” de 1997); con “Las 7 en punto”(1994), al utilizar el poema homónimo de Piñera: que “agrupa en un todo imaginario la anhelante aventura de perpetuar la imagen”.

Los estrenos

Los estrenos deben ser valorados, con justicia, en su hic et nunc, cuando se trata de piezas creadas por debutante en este difícil oficio de la escritura coreográfica, y además sus intérpretes. La madurez vendrá con la experiencia y el talento en ciernes aflorará en breve, o nunca. Ellos son Henry Labradas, de apenas 20 años, con su “Compás en bulerías” sobre música popular flamenca, donde muestra una especie de fusión de géneros, si tenemos en cuenta su formación primaria en la danza española. El segundo estreno “Prado No. 111” (alude al local de ensayos), se debe a una pareja de bailarines formada por Amaya Prado (excelente en su calidad de movimientos) y Guillermo Martínez (con físico robusto, pero expresivo), sobre música electrónica del grupo Kompact.

Vale destacar la feliz entrega de “El ascenso” (2004), una obra que ha sido merecidamente laureada en diversos certámenes, entre ellos el Premio de coreografía del Concurso UNEAC 2004. Esta pieza de unos 20 minutos está basada en una idea original y guión de la propia Cárdenas, con participación de Ángel Zaldívar: Escaleras, muros, vallas, quicios, todo eso y más son los tres cuerpos: tú, él y yo, en su afán por ascender hacia adentro de nosotros mismos en una escala espiritualmente contenida. La verticalidad revela el fulgor de la mística armonía”. Ella consigue, aquí, un resultado convincente, pero una decantación tras una “revisited”, eliminando algunos minutos de reiteraciones, entregaría una obra pulida y notable.