“La Traviata”, interpretada por el Ballet Clásico Nacional, se presentó desde el 27 de octubre al 2 de noviembre en el Teatro Coliseo. Foto: Carlos Villamayor. Gentileza BCN.
El Ballet Clásico Nacional ―creado en 2013 por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación― volvió con esplendor y brillo con “La Traviata”, tras un año sin pisar las tablas por cambio de gobierno. Desde su concepción las entradas son gratuitas. El ballet realizó seis funciones acompañado por la Orquesta Académica con dirección de Luis Belforte, en el Teatro Coliseo de Buenos Aires. Esta ópera con música de Giuseppe Verdi fue convertida en ballet en 2009 por Iñaqui Urlezaga y tuvo su estreno mundial en la ciudad de Salta, Argentina.
“Yo creo que este ballet es una genialidad –expresó la primera bailarina del Ballet Clásico Nacional, bailarina del Teatro Colón y actual maestra de la escuela de ballet del Colón, Gabriela Alberti–. Iñaqui (Urlezaga) es muy talentoso y le gusta crear. Tuvo el coraje de tomar clásicos como el ‘Lago de los cisnes’ o el ‘Cascanueces’ y hacer sus propias versiones. No hay muchos que se dediquen a hacer ese tipo de trabajo. Desde que estoy con Iñaqui es un disfrute tras otro, yo lo admiro como coreógrafo”.
El ballet se despliega a lo largo de dos actos con un primer cuadro “La fiesta” a donde se puede ver a Violeta Valery interpretada por Alberti en una velada fastuosa con escenografía de Daniel Feijoo, vestuario, María Fernanda Sánches, Celia Cañada, Claudia Sánchez, Bárbara Faul y montaje y tocados de Adrían Dellabora.
Cabe destacar la figura rectilínea de Alberti y sus arabesques en altura. A la fiesta llega un nuevo integrante Alfredo Germont interpretado por Urlezaga que hace gala de sus perfectos giros, emboîtés bien ejecutados y manèges con gran control de los espacios. El cuerpo de baile se desliza con los grandes valses que amenizan la soirée.
En el segundo cuadro del primer acto “En una casa de campo”, Violeta y Alfredo viven su amor, pero el padre de Alfredo le pide a Violeta que deje a su hijo porque no es buena para él pero que este nunca debía conocer esta conversación. Alfredo lee la carta y queda destruido. La química entre los dos primeros bailarines es notable.
En el cuadro I del segundo acto, “La fiesta´ en casa de Flora”, Alfredo la humilla de forma penosa y vergonzosa; Violeta se desmaya y cuando se recupera le confiesa su amor. La sublime y profunda interpretación de Alberti traspasa el escenario y hace sentir al público la desesperada existencia de Violeta y este amor atormentado y la injusticia de su situación.
En el cuadro final, “En la habitación de Violeta”, Violeta yace en su cama debido al feroz avance de la enfermedad y lee una carta que le envió el padre de Alfredo en la que le cuenta que finalmente le reveló toda la verdad. Alfredo se apresura a llegar a su lado, pero enseguida se desata el trágico final. El cuerpo de baile brilló con excelente técnica e interpretación.
Iñaqui Urlezaga y Gabriela Alberti protagonizaron a Violeta y Alfredo en la versión de “La Traviata”, estrenada en 2009 en Salta. Foto: Carlos Villamayor. Gentileza BCN.
El Ballet Clásico Nacional en números
-En 2013 se forma el Ballet Clásico Nacional por iniciativa del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
-Se realizaron 32 audiciones abiertas y públicas en todo el país para integrar el nuevo Ballet Nacional.
-Se eligió por concurso a 60 bailarines y un staff de 20 profesionales.
-El 28 de marzo de 2014 debuta con un promedio de 55 funciones anuales.
-En 2015 dentro de su temporada anual se incorporó una gira de 22 funciones en España y Portugal.
-En 2016 realizaron funciones en el Teatro Sodre de Montevideo, Uruguay.
-En octubre de 2017, tras un año sin actividad ni salario, se reanudan las funciones luego de la decisión gubernamental del traspaso del ballet del Ministerio de Desarrollo Social al de Cultura.
