Al ser una obra que logra tocar heridas universales de cualquier ser humano más allá de su nacionalidad, la artista mexicana Itzhel Razo quiso llevar su monólogo “Wilma” a diferentes países, y no sólo para demostrar que las emociones y sentimientos humanos no tienen fronteras, sino para contribuir en la exaltación de la cultura maya en el extranjero.
Tras el rotundo éxito que tuvo esta propuesta escénica en México desde su estreno hace cuatro años -la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT) le otorgó el premio en la categoría de Mejor Monólogo en 2023- ha protagonizado una gira internacional en diferentes países, entre ellos Alemania, Estados y Uruguay.
Sus próximas presentaciones serán del 28 al 30 de agosto en el Festival de artes escénicas de Medellín, Colombia. “Wilma” fue una de las diez mejores propuestas seleccionada entre 400 compañías de diferentes partes del mundo.
Después, se presentará del 26 al 29 de septiembre en RUTAS 2024, festival organizado en Aluna Theatre, de Toronto Canadá, en donde han participado artistas y grupos mexicanos de renombre como Teatro Línea de Sombra.
Razo, quien es egresada del Centro Nacional de Danza Contemporánea y realizó estudios de Literatura Dramática y Teatro en la UNAM, considera que la obra ha evolucionado con el paso de los años. “De la misma forma que un huracán, ‘Wilma’ ha crecido cada vez que ha tocado tierra -dijo-. Si como huracán arrancó siendo categoría 2, sin duda ahora se encuentra en categoría 5. Es una obra que me ha permitido profundizar en heridas personales para volverlas universales y crecer como directora y actriz. Además, ha tenido la oportunidad de probarse y comprobarse con muchos públicos diferentes”.
Cabe destacar que “Wilma” se ha presentado en los recintos más importantes de la Ciudad de México, como en los teatros del Centro Cultural del Bosque, el Centro Nacional de las Artes, el Centro Cultural Helénico y el Sistema de Teatros. Ha realizado gira nacional por diferentes estados de la República Mexicana, y el año pasado develó la placa por sus 100 representaciones (este 2024 llegarán a las 110).
Historia atemporal
“Wilma”, descrito por la artista como un biodrama, narra la historia de una menor que crece como una extranjera en la tierra que la vio nacer: Yucatán. La pequeña es aislada por el racismo impuesto por su abuela de origen irlandés, quien le prohibió tener amigos mayas, convivir con los indígenas de la zona y hablar la lengua originaria. Durante la escenificación, el espectador es testigo de algunos momentos simbólicos de la infancia de la protagonista a través de anécdotas, fotografías y material audiovisual.
Razo, quien también se formó en la Universidad de Dankook en Corea del Sur y en la Universidad Andalas de Sumatra Occidental en Indonesia, considera que su obra difícilmente pasará de moda por la temática que aborda.
“Creo que es una propuesta atemporal porque toca heridas profundas y universales que conectan con cualquier persona del mundo -afirmó-. La obra habla de la educación clasista que me impartió mi abuela y del clasismo particular de Mérida, Yucatán, una sociedad que desde sus cimientos se fundó con un inmenso culto a lo blanco y fue llamada la blanca Mérida. Compartir este microcosmos hace que el público se conecte con sus historias personales, con sus vivencias, sus heridas y su memoria inquieta”.
Empatía internacional
Al preguntar a la artista yucateca, qué busca compartir con el público extranjero a través de su propuesta, respondió: “Dar valor a la cultura y a la lengua maya. Además de una crítica al culto a lo blanco y al clasismo insertado en las sociedades, al mismo tiempo que pone foco en las heridas familiares y la educación clasista de una abuela a su nieta”.
En cuanto a las expectativas sobre la respuesta del público internacional, Razo comentó que su objetivo es que logren conectar con la obra y pasar por diferentes estados. “Que atraviesen sus propias tormentas y huracanes”.