Un libro de memorias que recorre una época clave en la historia de Estados Unidos. Fueron las convulsionadas décadas del 60 y del 70. Y un testimonio que se vincula no solo con hechos coyunturales, sino también, con la música y con las contradicciones propias de la condición humana.
“Ain’t Too Proud: The Life and Times of The Temptations”, que subió al Opera House del Kennedy Center del 13 al 18 de febrero, se basa en las memorias de Williams de 1988, escritas con Patricia Romanowski. Este musical de Broadway estrenado en 2019 presenta una selección de los mejores temas del Rock y el Blues generados por este grupo que, más allá del insostenible potpurrí de egos y de adicciones, juntos eran arrolladores.
Cuando Otis Williams (interpretado por Michael Andreaus), luego de pasar seis meses en la cárcel, a sus 16 años, elige la música como camino de salvación ante un destino que parecía irreversible. Se une a su hermano Paul Williams (E. Clayton Cornelious), y comienzan una aventura que los llevó, después de pasar por varios grupos, a formar el célebre quinteto The Temptations.
Un musical con libro de Dominique Morisseau, dirigido por Des McAnuff, también director del musical “Jersey Boys” (2004) que toma la narración de Otis William como hilo conductor que va transitando por las diferentes etapas, los conflictos, las discusiones y las separaciones de un grupo que marcó un hito en la historia de la música.
Un espectáculo que convoca magníficos cantantes e intérpretes, con la coreografía de Sergio Trujillo, ganadora de un Tony, y una puesta en escena que, a través de proyecciones hace referencias a un momento histórico particular y específico en el que la segregación racial y la lucha por los derechos civiles dejaba su fuerte impronta.
No obstante, la dinámica de intercalar la narración con la acción y la teatralidad, por momentos interrumpe una secuencia que va in crescendo y de la cual el espectador no quiere escapar. El musical cuenta la historia The Temptations desde que se unieron en 1960 bajo el nombre de The Elgins. El grupo surgió partir de una mezcla de diferentes dúos y cuartetos vocales de Detroit, y poco a poco fueron creciendo hasta llegar al Salón de la Fama del Rock and Roll en 1989 como uno de los ensambles de R&B más exitosos de la historia de la música.
Allí aparece también la lucha de cada uno de los miembros contra sus adicciones a las drogas y al alcohol, los problemas de salud mental, las vanidades. Y casi en forma paralela, la relación del grupo con el sello discográfico Motown.
Michael Andreaus encarna un Otis Williams reflexivo y en cierta forma, compasivo. La vibrante voz de Harrell Holmes Jr. como el bajo Melvin Franklin, se destaca en esta amalgama de estupendas voces. Lo mismo ocurre con el tenor Elijah Ahmad Lewis, un cantante y bailarín deslumbrante cuya sutileza da vida al tenor principal del grupo, David Ruffin. Jalen Harris hace vibrar la platea con su potente voz como el tenor Eddie Kendricks y el barítono E. Clayton Cornelious construye con acierto el personaje de Paul Williams.
Un total de 31 canciones que incluye los grandes éxitos de The Temptations y clásicos de la Motown cantados originalmente por otros grupos o solistas, construyen este musical -casi documental en blanco y negro-, con excelentes interpretaciones y una historia para recordar.