“Macbeth in Stride”, una ingeniosa reflexión sobre la ambición, una mirada diferente a los personajes de una de las obras capitales del teatro universal. Estrenada el 13 de octubre en el Klein Theatre de Washington DC por la Shakespeare Theatre Company (STC), esta versión rock con cinco personajes (cantantes y bailarines) y orquesta de cámara, reflexiona sobre lo que significa alcanzar las metas. Pero al mismo tiempo, pone su lupa en cuestiones de identidad, aspiraciones y anhelos.
Montado por STC en asociación con la Compañía de Teatro de Filadelfia y la Academia de Música de Brooklyn, “Macbeth in Stride” es el primero de una serie de cinco partes que reconstruyen a las mujeres de Shakespeare más allá de sus circunstancias y trágicos finales, y las observan desde otra perspectiva.
Un espectáculo creado por Whitney White, cuya presencia magnética en escena, encarna a Mujer que, por momentos puede ser Lady Macbeth o, simplemente, una mujer ansiosa de poder, con p mayúscula. White recrea el arquetipo de Lady Macbeth y a través de palabras, canciones y música, van desgranando cuestiones y conflictos de la sociedad actual que, tampoco se alejan de los perfiles diseñados por William Shakespeare para sus personajes.
Dirigido por Tyler Dobrowsky y Taibi Magar, “Macbeth in Stride” tiene ciertas características de un concierto de rock, tanto por la iluminación como por las intervenciones de los cantantes. Tres brujas (Stacey Sargeant, Ximone Rose y Chelsea Lee Williams) que con sus pociones mágicas van narrando la trama, y luego se transforman en el coro de esta partitura orquestada por White y Steven Cuevas, quien a su vez se ocupa de la dirección musical.
Entre el blue, el gospel, el pop y el rock, la coreografía de Raja Feather Kelly encuentra en los movimientos simples y dinámicos la forma de transmitir una trama contemporánea. Jeanette Yew estuvo a cargo del diseño de iluminación, y Qween Jean, del vestuario.
Apasionada y clara en sus objetivos, la Mujer de White se muestra con las contradicciones y los miedos que habitan en el inconsciente. Talentosa como escritora y como directora, aquí se reafirma como una estupenda cantante y actriz.
En esta puesta, donde todo es simbólico, se entrecruzan frases o parlamentos del original de Shakespeare con reflexiones actuales. Hay momentos de humor significativos, interrogaciones sobre los prejuicios sociales, el patriarcado, la discriminación, el racismo, el sexismo, los privilegios y las exclusiones.
En el teatro hay personajes tan emblemáticos como Lady Macbeth. Es uno de los más cautivadores y difíciles del género. Una mujer cuya imperiosa necesidad de poder induce a su marido hasta el asesinato y ella misma cae en la locura. Esta producción de “Macbeth in Stride”, de 80 minutos, adapta la tragedia de Shakespeare para explorar la ambición a través de la mirada de una mujer afroamerica