Emoción, llanto contenido, alegría, y ese sabor maravilloso de haber cumplido un sueño. Al menos, el primero, el que los acercará a la meta: ser campeones mundiales de tango-danza. En la sala del Sakura Hall, en Tokio, Japón, los fanáticos, los bailarines y los amantes incondicionales del tango se reunieron otro año más para cumplir un ritual inevitable con esta danza que trasciende todas las fronteras posibles y se ha convertido en furor.
Entre el 8 y 9 de julio se realizaron las finales del XIX Tango Dance Asian Championship 2023, que contó con el apoyo de la Embajada Argentina en Japón, y cuyos ganadores deberán competir en el mundial del tango en Buenos Aires desde el 23 de agosto al 2 de septiembre. Este año convocó 127 parejas de 14 países de la región, cifra que marcó un récord de participantes.
La competición, que reúne a los ganadores de selecciones previas del área asiática se dividió en distintas categorías: Estilo Jack & Jill para individuales, Milonga y Vals para parejas, Tango Stage, Tango Pista y Tango Señor. No obstante, los únicos que competirán en Buenos Aires serán los ganadores de Tango Stage y Tango Pista, quienes a su vez serán cabezas de serie en las fases finales del mundial. Los elegidos en esas categorías fueron: London y Solange, de Corea del Sur, para Tango Escenario, y Ferrol Matthew y Amelia Rambe, de Indonesia, en Tango Pista
“Tras el primer Campeonato Mundial celebrado en Buenos Aires, la oficina cultural de la ciudad nos pidió que organizáramos el Campeonato Asiático, lo que hemos hecho todos los años desde 2004”, apuntó Kenji Honda, presidente de Latina, Inc., compañía organizadora de estos campeonatos. Honda es a su vez uno de los grandes responsables de la promoción y difusión del tango en Japón a través de producciones que, a lo largo de los años han convocado más de 300 artistas argentinos.
Un año después de que Buenos Aires se convirtiera en la sede del Campeonato mundial de tango, la rama asiática fue una de los primeras en sumarse a la serie de rondas preliminares que empezaron a realizarse por el mundo para luego competir en las finales en la capital de la Argentina. “Los campeonatos asiáticos son un acontecimiento pionero -remarcó Martín Frosio, productor general de Tango BA Festival y Mundial y Campeonato de Baile de la Ciudad-. Todo esto se ha logrado gracias al esfuerzo de generaciones de grandes bailarines y de todos”.
El Campeonato tiene un particular significado este año en el que se cumplen 125 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Argentina en Japón. Una historia que se ha ido forjando a través de sólidos vínculos de cooperación tanto a nivel cultural como en otros ámbitos.
Fue en la Navidad de 1905 cuando en Japón se escuchó el primer tango, “La morocha”, de Saborido y Villoldo, y en 1096 la Fragata Sarmiento, en su séptimo viaje por Europa y Asia y tocó por primera vez ese tango en el país. Con el tiempo fueron llegando nuevas orquestas que triunfaban en París al ritmo del dos por cuatro.
“Este encuentro con el tango ha ido fortaleciendo el vínculo entre ambos países, con lo cual permitió una conexión profunda y duradera que se manifiesta a través de un lenguaje universal: la música, la danza y las tradiciones”, apuntó el embajador argentino Eduardo Tempone en el acto de entrega de premios realizado el 9 de julio, día en el que Argentina celebra su independencia.
Si bien durante años el tango fue una especie de exotismo entre los japoneses, fue recién a través del barón Tsunayushi Tsunami Megata, hijo de diplomático, cuando el tango-danza cobro verdadera entidad en Japón. Maestro de maestros, Megata gestó su propio estilo, al punto que se acuñó la frase “bailar a lo Megata” y, en 1981 Luis Alposta escribió la letra del tango “A la Megata”, con música del inolvidable Edmundo Rivero. “Y así llevó el tango/a tierra nipona,/donde gratarola/lo enseñó a bailar./Cuentan que Megata/no cobraba un mango,/por amor al tango/y por ser bacán”, dice una de las estrofas. Y fue precisamente a través de Megata que se abrieron en Tokio las dos primeras academias para aprender a bailar tango con el método creado por él. Lo demás es historia.