Para recordar a Antonio Ruiz Soler (1921-1996), uno de los bailarines y coreógrafos que dirigió el Ballet Nacional de España (BNE) entre 1980 y 1983, la compañía ha diseñado un programa para celebrar el centenario de su nacimiento. El espectáculo reúne montajes fieles al original de piezas clave de su trayectoria, así como creaciones inspiradas en su estilo.
“Antonio renovó la forma de bailar y engrandeció aún más la danza española, además de ser el bailarín, coreógrafo y director más completo de la historia. Dominaba todas las disciplinas y creó montajes de folclore, danza estilizada, escuela bolera y flamenco maravillosos. Interpretó y coreografió películas tanto en España como en Hollywood. Era un genio y una de las figuras de la danza en España dotadas con un carisma especial. Antonio era único”, apuntó el director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo.
El BNE estrenará “Centenario Antonio Ruiz Soler” el 15 y 16 de abril en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Las coreografías de Antonio El Bailarín seleccionadas para el programa son “Sonatas”, “Zapateado” y “Fantasía galaica”. Las tres representan la cumbre de su talento dentro de tres estilos distintos: la escuela bolera, la estilización del flamenco y el folclore estilizado.
Aunque durante todas las direcciones se han representado coreografías de Antonio Ruiz Soler, como “Eritaña”, “El sombrero de tres picos”, “Fantasía galaica” y el “Zapateado de Sarasate”, “Sonatas” no había vuelto a los escenarios completa desde su estreno en el Teatro de la Zarzuela en 1982 y la posterior gira. “Me parecía que era una obra muy rica como para que siguiera en el baúl. Quería que estuviera en el programa del Centenario porque esta coreografía de escuela bolera refleja muy bien la influencia de la técnica de la danza clásica en el estilo de Antonio; tiene una estructura perfecta, como un ballet clásico”, argumentó Olmo.
“Tampoco podíamos dejar de incluir el ‘Zapateado de Sarasate’. Es el solo que quizás le dio más éxito a Antonio Ruiz Soler, así como a muchos intérpretes de danza española que después lo han podido interpretar. Era su sello”, continuó el director del BNE. En el programa que se representará en Sevilla lo bailará Francisco Velasco, bailarín principal invitado.
“Centenario Antonio Ruiz Soler” presenta, además, bajo el título de “Estampas flamencas”, los palos flamencos que Antonio representó con frecuencia con su compañía a través de nuevas coreografías creadas por Rubén Olmo y Miguel Ángel Corbacho. “Hemos querido seguir el estilo y la estética de Antonio y del flamenco de los años 50 y 60 y, con los pasos actualizados, presentar un Martinete, Zorongo, Taranto y Caracoles que lleven al espectador a recordar su figura”. Olmo destacó especialmente el Martinete, coreografiado por Miguel Ángel Corbacho. Antonio fue el primero que bailó este palo flamenco, reservado hasta entonces al cante, y se lo reservó para interpretarlo siempre él en el escenario. La pieza que estrena el BNE, interpretada por 11 bailarines, pone el acento en la sobriedad del baile masculino en el flamenco tradicional.
Completa el repaso a la carrera artística de Antonio el solo “Leyenda”, coreografía creada por Carlos Vilán para la composición “Asturias”, de Isaac Albéniz, otra de las piezas imprescindibles de los espectáculos de Ruiz Soler. Carlos Vilán fue primer bailarín de la compañía de María Rosa cuando Antonio creó para ella en los años 90 la obra “El Rocío”, entre otras coreografías. El colaborador del maestro en los últimos años de su carrera concibió “Leyenda” en 2016 especialmente para Esther Jurado, bailarina principal invitada del BNE, que lo incluye ahora en su repertorio.
Tampoco falta un guiño a la carrera de Antonio en el cine y a los años que vivió entre Nueva York y Hollywood junto a su pareja artística Rosario. Olmo recrea, junto a Miriam Mendoza, bailarina solista del BNE, el paso a dos “Vito de gracia”, que Rosario y Antonio interpretaron en la película “Hollywood Canteen” en 1944. El programa recuerda también así a la artista que lo acompañó desde sus primeros pasos en la academia de Realito en Sevilla cuando era un niño.
“Fantasía galaica”, basada en el folclore gallego, es la pieza coral que cierra el programa. “Es una de mis obras preferidas de Antonio, porque creo que es redonda. Todavía no se ha vuelto a crear una obra así”, concluyó Olmo.
Como parte de este homenaje, el BNE editó el cuadernillo “Antonio Ruiz Soler para jóvenes” dentro de su colección #BNEnoscuenta. Los contenidos interactivos accesibles a través de una aplicación incluyen la recreación animada en 3D de Antonio y su memorable forma de bailar.