“Atavíos urbanos”, obra presentada por El Cuerpo Mutable, que integra la programación presencial del ciclo La danza vuelve al bosque. Foto gentileza INBAL.
El acontecer cotidiano de diversos personajes citadinos se hará presente en un rincón del Bosque de Chapultepec a través del trabajo coreográfico de una de las compañías más emblemáticas de México, para demostrar que todos los seres humanos dejan huellas y rastros en su paso por la vida.
Será la compañía El Cuerpo Mutable / Teatro de Movimiento la que hará posible esta experiencia estética con la interpretación de su coreografía “Atavíos urbanos”, que se presentará el sábado 27 y domingo 28 de marzo, a las 12:00 y 16:00 horas en la Pérgola del Complejo Cultural Los Pinos.
Estas funciones forman parte de la programación presencial que ha preparado la Coordinación Nacional de Danza del INBAL dentro del ciclo ¡La danza vuelve al bosque!, bajo los estrictos protocolos sanitarios establecidos por las autoridades de la Ciudad de México para los espacios al aire libre públicos.
La maestra Lidya Romero, fundadora y directora de la agrupación, remarcó la importancia de hacer danza presencial en un lugar tan simbólico para los mexicanos: “Tenemos mucha ilusión de volver a trabajar de manera presencial porque la danza es un arte que está vinculado directamente con los espacios y los públicos. Y hacerlo en Los Pinos es muy simbólico porque es un espacio del pueblo de México. Invitamos a todos para que disfruten en directo de la danza con los debidos protocolos sanitarios”.
Sobre la experiencia que la pandemia le ha dejado, comentó que ha sido muy fructífera para ella en lo personal y profesional: “A todos nos sorprendió. Ha sido algo distópico, nadie pensó que iba a suceder. Pero ha sido una gran lección de resiliencia y adaptación en todos los sentidos. Ciertamente ha sido terrible dejar de ver a la gente de manera presencial, pero el lado positivo es que nos ha movido la conciencia para ver lo que realmente es importante en la vida”.
Romero, quien fue merecedora de la Medalla de Bellas Artes, del XXI Premio Nacional de Danza José Limón y del Premio Guillermina Bravo en reconocimiento a su trayectoria artística, explicó que ella y su compañía han aprendido a adaptar sus proyectos, a ser experimentales y conocer más sobre tecnología: “La pandemia nos ha hecho muy creativos. No hemos parado, no hemos dejado de movernos, no hemos dejado de mover el pensamiento.
Sobre la presentación de su pieza “Atavíos urbanos”, la maestra Romero confesó que están muy emocionados de interpretarla nuevamente, porque es una pieza que se ha visto muy poco ya que, luego de su estreno, comenzó el confinamiento; así que las funciones en el Complejo Cultural Los Pinos son una especie de reestreno. Además, la ilusión aumenta por el hecho de que la obra fue pensaba justamente para bailarse en lugares públicos al aire libre.
La coreógrafa mexicana, quien inició su carrera profesional en 1975 con Ballet Nacional de México, explicó que esta propuesta dancística nace de una observación antropológica del acontecer cotidiano del parque que está frente a su ventana, exacerbado por el feminicidio de una vecina ocurrido hace cinco meses.
“El concepto atavíos y sus múltiples resonancias, aunado al feminicidio de Cristina Vázquez, vecina de la colonia Hipódromo a quien conocía y cuyo edificio veo desde mi ventana, me confrontó con la pasmosa realidad de la Ciudad de México, por no hablar de la del país. En este contexto y atendiendo a la pulsión que los acontecimientos y la observación antropológica detonan, surge “Atavíos urbanos”. Inspirada en las personas y los sucesos cotidianos que a lo largo del día y de la noche animan el Parque de la Amistad México-Japón, la obra se construye con los rastros que el acontecer imprime en sus espacios. Esta narrativa urbana permeada por una mirada oblicua es a veces, un paisaje y otras una naturaleza muerta”.
Finalmente, sobre las lecturas que el espectador podrá encontrar en “Atavíos urbanos”, la destacada bailarina y coreógrafa comentó que la pieza refleja la ciudad y sus habitantes, el paisaje urbano y cómo el suceder cotidiano deja huellas y rastros impresos en los lugares: “Estoy convencida que los espectadores reconocerán en estos personajes a muchos otros que han sido parte de su propio andar”.
# QuédateEnCasa
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