México se ha distinguido en el mundo por su particular punto de vista en torno a la muerte. Forma parte crucial de su idiosincrasia. En las vísperas del 2 de noviembre, día que se celebra el Día de los muertos, y para enaltecer esta parte de la cultura del país, el Ballet Folklórico Mexicano de Guillermo González presentará un programa que incluye la coreografía “¿Y a dónde irán los muertos?” el miércoles 30 y jueves 31 de octubre, a las 20:00 horas, en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque.
El maestro González, profesor, coreógrafo, investigador y conferencistas sobre danza regional mexicana, explicó que “¿Y a dónde irán los muertos?” aborda la historia conceptual que sobre la muerte han tenido los mexicanos de ayer y de hoy: “Este recorrido por el tiempo lleva a escena el sacrificio humano mesoamericano y la lucha de los dioses por el alma, también la lucha del bien contra el mal en la religión católica, y la simbiosis de estas dos visiones desde la independencia y hasta nuestros días. Tradición que tiene su mayor fuerza en el sector rural pero que en las grandes ciudades deja de ser temida y respetada por la población, para transformarse en una fecha festiva y burlona. Sin embargo, la muerte es fría y se hace respetar sola”.
Quien formó parte del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández (1975-1979) comentó que, si bien esta es la pieza principal del programa, también sobresalen las otras tres coreografías que interpretarán y que tratan sobre el pueblo huichol, la revolución mexicana y la cultura africana en nuestro folklore.
Una de ellas será “Nayarit” (Los huicholes, San Juan Peyatán, región serrana, fiesta del esquite o maíz tostado), que muestra el mestizaje en su mínima expresión, así como a los coras y huicholes como las tribus más antiguas.
Otra coreografía importante será “Revolución Mexicana” (Zapata en la Revolución – segunda parte de la coreografía general “A zarandearnos tiranita”, beca del Fonca, 1996), inspirada en el baile aristocrático francés y el bailar de origen norteamericano en las fiestas de alta sociedad porfiriana, en contraste en la pobreza, tristezas y también alegrías del pueblo campesino en armas.
La tercera propuesta se titula “Jarocho” (primera parte de la coreografía “Pa’ goza’ mi negra”, estreno 2010), integrada por danzas de origen africano aportadas por los esclavos negros durante la colonización española, en combinación con la tradición dancística indígena y los zapateados españoles, que crearon un baile alegre y bullanguero: el son veracruzano.
El Ballet Folklórico Mexicano de Guillermo González se fundó en 1979. Ha colaborado con diversas instituciones culturales delegacionales, municipales, estatales y nacionales, a la vez que participado en diversos festivales y temporadas de danza en los mejores teatros de la Ciudad de México, como el Palacio de Bellas Artes, Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y Sala Miguel Covarrubias. En el extranjero ha realizado giras a Japón, Venezuela, Argentina, el sur de Norteamérica y Alemania. Cuenta con un elenco artístico de treinta y seis bailarines y posee un repertorio de 14 montajes coreográficos, cuatro de los cuales han merecido la beca del FONCA.
Su director ha colaborado desde hace 37 años con las más importantes instituciones culturales delegacionales, municipales, estatales y nacionales, a la vez que participado en diversos festivales nacionales y temporadas de danza. Es creador de más de ciento cincuenta coreografías. Ha fungido como presidente de jurado en diversos concursos de danza regional mexicana, dictaminador de libros y miembro de la Comisión Dictaminadora de Creadores Escénicos 2015 del FONCA.