Malavika Sarukkai y su ensamble en “Thari – The Loom”, obra que se presentó en el Kennedy Center de Washington DC. Foto: Prasanna Venkatesh. Gentileza JFKC.
Mientras la vida transita tejiendo y entretejiendo momentos, sentimientos, encuentros, y se posa a veces dulcemente y otras, arrasante y devastadora, los hilos se cortan y vuelven a anudarse para formar una delicada trama. Malavika Sarukkai, una de las grandes maestras de la danza de la India, debutó en el Terrace Theater del Kennedy Center de Washington DC el 9 y el 10 de noviembre, con “Thari – The Loom”. Esta pieza creada por Sarukkai no solo celebra tradiciones y música, sino que se sumerge en una historia milenaria que involucra el telar, las telas, y finalmente, el producto más acabado de la cultura del país, el sari. Ese tradicional vestuario que no lleva costuras, hecho de seda suave que acaricia la piel y resalta la belleza y la identidad de las mujeres del Indostán y que se ha mantenido vigente a lo largo de más 5000 años.
Un homenaje, una celebración, una forma de volver a las fuentes, “Thari – The Loom”, es concepto coreográfico inspirado en el telar, el diseño y el juego entre los hilos y la trama. Una metáfora de la vida, apasionada y avasallante.
Diversa, exuberante, intensa, la danza transita por los más variados movimientos, cargados de significados y de sutiles gestos, a veces imperceptibles, pero sin embargo, complejos.
Malavika Sarukkai (izq.) y la bailarina Jyotsna Jagannathan (der.) en “Thari – The Loom”. Foto: Shalini Jain. Gentileza JFKC.
Sarukkai comienza esta obra con el sonido recurrente del telar, mientras cuatro figuras estáticas a contraluz sostienen un manto rojo. Y una voz en off deshila palabras y poemas hasta que la música, de ritmo persistente, se apodera de la escena al tiempo que la luz también descubre imágenes y rostros y se adueña de la escena a través de un espléndido diseño de GyanDev Singh.
Secuencias coreográficas grupales, dúos y solos hacen un despliegue deslumbrante de habilidades y significados, y se remontan a lo más básico, a la madre, a la identidad, a la emoción. Esta danza no es solo danza, es una filosofía, es un estado de conciencia.
En los tres segmentos de “Thari – The Loom”, el primero parte del eje a través del cual gira la tela, para sumergirse luego en Bharatanatyam, una de las ocho danzas de la India, y llegar al final vinculando el sari con la danza y esa conexión sublime con el alma.
El ensamble, formado por seis bailarines, dos hombres y cuatro mujeres, crea un ambiente de celebración donde la tela, la trama del tejido, cobra protagonismo. Excelentes bailarines, impecables, precisos. Un grupo cuya sincronización se asemeja a un mecanismo de fina relojería donde se funden una diversidad de elementos absolutamente admirables: posiciones y movimientos de la cabeza, de las manos y los pies, expresiones de los ojos, y un ritmo constante y deslumbrante.
Esta creación conceptual de Sarikkai en colaboración con Sumantra Ghosal, incluye códigos visuales de una delicadeza casi exuberante. Una marca de la transformación, de la fusión de lo tradicional y el cambio, una transmutación mística que culmina con un final conmovedor en el que los bailarines se funden con las múltiples estrellas que se reflejan en un cielo azul, tremendamente azul, mágico, envolvente, como lo es “Thari – The Loom”.
“Thari – The Loom”, obra creada por Malavika Sarukkai y Sumantra Ghosal que rinde homenaje a la tradición del telar de la India. Foto: Shalini Jain. Gentileza JFKC.
