“El agua y los sueños”, un peculiar ensayo del célebre pensador francés Gaston Bachelard –quien supo combinar la imaginación poética con la ciencia–, inspiró al codirector del colectivo MIM Arte-Escénico, Carlos Rojas, a crear una instalación coreográfica que plantea las transiciones de los humanos para tener un nuevo comienzo, o bien, para vivir una resignificación de experiencias.
Esta propuesta, titulada “Las almas que flotan en el río”, ofrecerá dos funciones gratuitas: el viernes 20 y el sábado 21 de octubre a las 18:00 en La Caja (San Fernando 14, colonia Guerrero).
La dirección artística y coreografía son de Carlos Rojas, y la dirección general, de Aura López. Ambos artistas son los fundadores de MIM Arte-Escénico, proyecto a través del cual investigan los límites y posibilidades que ofrece la danza escénica y los que la delimitan, al abordarla desde otras visiones y oportunidades de expansión que posibilitan reinventar en cada ocasión el arte de hacer danza en nuestro tiempo.
Fue en “El agua y los sueños” donde Rojas halló los elementos inspiradores para “Las almas que flotan en el río”, especialmente en el siguiente párrafo: “La muerte es un viaje y el viaje es una muerte. Partir es morir un poco. Morir es realmente partir y sólo se parte bien, animosamente, cuando se sigue el hilo del agua, la corriente del largo río. Todos los ríos van a dar al Río de los muertos. Sólo esta muerte es fabulosa; sólo esta partida es una aventura”.
El egresado de la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Instituto Nacional de Bellas Artes aseveró: “Parto de la propuesta de que toda transición puede ser una muerte –en sentido metafórico– que nos conduce hacia un nuevo comienzo o una resignificación de las experiencias que nos hacen crecer como seres humanamente conscientes en distintos aspectos de nuestra vida, desde un punto de vista individual y como parte de un tejido socialmente activo”.
Rojas considera que, si bien todas las obras del grupo generan reflexiones específicas, también buscan crear momentos de espacio-tiempo en los que los espectadores se identifiquen humanamente con lo que observan, y “Las almas que flotan en el río” no es la excepción: “Esta obra busca detonar nuestros espacios de duelo en la vida como seres humanos, que a su vez son espacios de crecimiento”.
Sobre el proceso creativo, explicó que para esta pieza se cuenta con la participación de seis artistas escénicos y un artista plástico, quienes construyen tres momentos/escenas. Además, la obra es sonorizada ex profeso por el compositor italiano Giuseppe Rizzo, con quien la compañía ha colaborado con anterioridad.
Para los fundadores de MIM Arte-Escénico es importante el trabajo interdisciplinario, porque significa darle continuidad a su filosofía estética. “En el colectivo nos preocupamos por diversificar los espacios y formas de distribución del arte actual, trastocando los límites entre disciplinas en pro de una mayor afluencia e intercambio de ideas complementarias que enriquezcan nuestra labor creativa. Colaboramos activamente con artistas de áreas diversas, incluyendo la arquitectura, escenografía, artes marciales, artes escénicas y la psicología. Para nosotros, el arte se enriquece de la opinión y los distintos saberes aportados por cada uno de los colaboradores de nuestros proyectos”.
Finalmente, Rojas recuerda que el colectivo está por cumplir diez años de trayectoria. De ahí su necesidad de continuar en la investigación e innovación del cuerpo en movimiento. “Estamos en un momento de renovación constante, y justo “Las almas que flotan en el río” habla de que toda renovación implica un duelo, una muerte, un viaje”.