Día: 14 de julio de 2016. Lugar: Niza, Francia. Esa noche, alrededor de las 22:40, cuando los fuegos artificiales de celebración del día Nacional de Francia estaban terminando, un camión descontrolado rompió poco a poco las barreras para vehículos, y se sumergió entre la multitud en el paseo marítimo, mientras el pánico y el estupor iban dejando heridos y muertos por el camino. La policía trató de detener al conductor, disparos cruzados, alaridos, héroes anónimos que intentaron subirse a ese bólido asesino para dar fin a la locura. Y llegó el tiro certero que terminó con ese espanto. Este atentado, Niza 2016, fue considerado como el tercer gran ataque terrorista en Francia, después de los ocurridos en enero, y en noviembre de 2015 en París. Resultado: 86 muertos y 434 heridos.
“Vi tanto horror… —recordó el coreógrafo chileno Esteban Peña Villagrán, uno de los sobrevivientes—. Intervine después del pasaje del camión, murieron tres personas en mis brazos, y ayudé a casi diez personas. Me quedé en el mismo lugar durante 45 minutos. Fue todo silencio, pero mi silencio es más fuerte, y mi danza, aún más fuerte, y la descubro a mis 50 años”.
Como respuesta a la violencia, Peña Villagrán decidió elaborar su contrapropuesta desde el arte, y a casi un año de este atentado, presentará, junto a otros artistas, un espectáculo multidisciplinario en La Zonmé, el miércoles 12 julio a las 19 horas, y el 13 de julio en la Garerie Depardieu à Niza. El encuentro consta de un corto-documental, una charla debate, una lectura de poemas y música.
El documental de video-danza, “El soplo de la vida”, que abrirá este homenaje, se presentará también en festivales internacionales. Fue realizado por la antropóloga italiana Silvia Paggi, concebido y creado en Niza durante los meses que siguieron a los ataques terroristas del 14 de julio. Aquella noche, la bailarina Federica Fratagnoli y el bailarín y coreógrafo chileno Peña Villagrán estuvieron presentes en el Paseo de los Ingleses. Después de sobrevivir a ese horror, ambos sintieron la necesidad de participar en este hecho artístico que es, sobre todo, un acto de resistencia. Danzar como un medio para perpetuar la vida y el movimiento, y reactivar lugares marcados por la historia.
“‘El soplo de la vida’ es una de las obras más importantes de mi vida —aseguró el coreógrafo—. Nosotros, como artistas fuimos considerados después de una batalla de un año como ‘víctimas del atentado por parte del estado’. Y la fuerza de este film es que fue creado por víctimas artistas”.
Para Paggi, formada a la escuela de Nanterre por Jean Rouch y Claudine de France y profesora de la Universidad de Sophia Antipolis en Niza, “El soplo de la vida” es su primera realización en video-danza. Su manera de filmar fue libre y completamente opuesta a las normas científicas de un film etnográfico, como los que suele realizar como cineasta antropológica.
En cuanto a los protagonistas, Fratagnoli, estudió danza contemporánea y danza tradicional del Bharatanatyam -estilo de danza-teatro del sudeste de la india-; participa de proyectos coreográficos ligados a la diáspora, y también trabaja sobre el análisis del gesto danzado. Por su parte, Peña Villagrán, se formó como intérprete superior en danza en la facultad de Artes de la Universidad de Chile en Santiago, y luego, en 1988 se trasladó a Francia para continuar su carrera como bailarín y coreógrafo en compañías francesas y extranjeras. Recibió la medalla al mérito de la ciudad de Niza en 2016, y después de 30 años de residencia en Francia le dieron la nacionalidad al comenzar julio de este año. Su última creación, “El soplo de la vida”, nació a través de la colaboración con la realizadora italiana, y significó una nueva manera de compromiso hacia lo sensible, la memoria y lo humano.
Los artistas recibieron el apoyo de la presidenta de la asociación Promenade des Anges 14 juillet 2016, Émilie Petitjean, quien a su vez preside de la asociación que reúne a todas las víctimas del atentado de Niza. A través de su interferencia este proyecto tuvo el apoyo del gobierno francés. “Gracias a la señora Petitjean, a los medios y a los organismos de estado, visualizamos más esta obra —aseguró Peña Villagrán—. Ya que este atentado fue tan fuerte que no hay lugar para el arte. Pero nosotros queremos y creemos que el arte ayudará a la gente a reconstruirse. Petitjean perdió a su hijo, y sin embargo creyó en esta obra, se emocionó, y me dijo que es necesario verla”.
Este video es un homenaje a las víctimas que perdieron la vida en este trágico evento. “El soplo de la vida” forma parte de una propuesta integral que se complementa con un debate posterior a la proyección cuyo título es “El arte y la creatividad como medio de resiliencia”. La charla tratará sobre el papel y el compromiso del artista después de la vivencia de una situación traumática colectiva como fue el atentado del 14 de julio de 2016 en Niza. La reflexión apunta a dilucidar el papel del arte y de la creatividad como medios de transformación y como motor para la resistencia.
El encuentro, que ha recibido el apoyo de la embajada de Chile en Francia a través de su embajadora Marcia Cobarruvias y la encargada cultural Maria Paz Santibáñez; de Promenade des Anges : 14 juillet 2016; de asociaciones locales, y de la Ciudad de Niza, contará con la intervención de la artista Fiorenza Menini, quien leerá el poema “Ode à la fureur”. Y para finalizar, se realizará un concierto a cargo del grupo acústico Loveland, con Joris Lombardo y Alexandra Mascarello como intérpretes en guitarra y voz. También formarán parte de este homenaje, Emelie Petitjean, la antropóloga Andrea Cavallari, y Ali Charrihi, hijo de una de las víctimas del atentado.
Programa
19 hs.: Inicio de las actividades
Exposición de las pinturas de Esteban Peña Villagran.
20 hs: Presentación del cortometraje “El soplo de la vida”
20:15 hs: Intervención lectura performativa de Fiorenza Menini – “Ode à la fureur”.
21 hs: Encuentro con los artistas invitados
Concierto con el grupo acústico LoveLand (guitarra y voz) con Alexandra Mascarello y Joris Lombardo.
Lugar:
“La Zonmé ”
7 bis rue des Combattants en Afrique du Nord, 06000 Nice – France