Nochebuena en Nueva York. Un loft industrial del Alphabet City. Un grupo de amigos, bohemios, idealistas, condenados por el pasado y por un futuro incierto, intentan sobrevivir en ese loft. Pero la suerte se da vuelta. Justo antes de la Navidad, reciben un llamado de un antiguo compañero de apartamento, devenido en propietario del edificio, y tras él, la amenaza de desalojo si no pagan el alquiler adeudado.
“Rent”, el musical rock llegó al National Theater de Washington DC por solo cinco días, desde el 20 al 25 de junio, como parte de la gira que comenzó en 2016 para celebrar sus 20 años. Con libreto, música y canciones de Jonathan Larson, el musical, basado en la ópera “La bohème, de Giacomo Puccini, se asoma a la década de los 90 y a la constante amenaza del SIDA y las adicciones. Una reflexión puramente existencialista sobre el sentido de la vida y de la muerte.
El espectáculo, que fue presentado por primera vez en 1994 como una experiencia teatral del New York Theatre Workshop, se estrenó dos años después en el mismo sitio, un mes después de la muerte de Larson. Con funciones a sala llena, “Rent” saltó en apenas dos meses al Nederlander Theatre de Broadway, donde debutó el 29 de abril de 1996 y permaneció en cartel durante doce años.
Más allá del paso del tiempo, “Rent” sigue manteniendo su vigencia. Los conflictos que plantea siguen siendo comunes las nuevas generaciones, y las reflexiones sobre la vida, el amor, la muerte, el presente y el futuro, siguen siendo las mismas. Sus temas son universales, conmovedores y ricos en detalles de lo cotidiano. Los perfiles de sus personajes se debaten en sus propias contradicciones mientras la vida sigue su curso.
Allá por 1988 el dramaturgo Billy Aronson tuvo la idea de crear un musical con los lineamientos de la ópera de Puccini, pero sin el exquisito esplendor del mundo contado por el compositor italiano. Aronson buscó la sordidez y el torbellino de una ciudad como Nueva York de finales del siglo XX. La puesta en escena de este “Rent” dirigido por Evan Ensign, con coreografía de Michael Grief, encuentra la tecla justa para la emoción, el humor, y la intriga de saber qué sucederá con cada uno de sus personajes.
Grief, desarrolló una estructura coreográfica basada en el estilo del street dance, con una interesante dinámica corporal dirigida a la caracterización de cada uno de los personajes. Sensual, atractiva, intensa, la danza se integra de una manera imperceptible a la trama y se convierte también en protagonista, junto con la música y las letras de las canciones que van hilvanando el argumento.
Magníficos trabajos actorales. Kaleb Well, como Roger, un músico recién salido de una cura de desintoxicación, atormentado por la muerte de la mujer que amaba caracteriza con sutileza su personaje. Danny Harris Kornfeld, en el rol del cineasta dispuesto a filmar la vida de sus propios amigos en ese apartamento que deberán dejar, pone en escena su sensibilidad y su naturalidad en el decir, así como también en sus mínimos gestos. Skyler Volpe, como Mimi, la vecina del piso de abajo que coquetea con Roger, transita por diferentes estadios emocionales que hacen que su composición transite desde lo más superficial a lo más profundo con una gran intensidad.
David Merino protagoniza con sutileza y estereotipos a Angel Schunard, un percusionista callejero -transgénero- que muere de SIDA. Mientras Aaron Harrington, en el papel de Tom Collins, un profesor de filosofía que regresa a Nueva York y se enamora de Angel, convierte a su personaje en uno de los más conmovedores.
Con un elenco de excelentes cantantes, con voces estupendas, intérpretes y actores solventes, y buenos bailarines, “Rent”, después de 20 años, justifica su existencia y su permanencia, y sigue siendo una obra transgresora e intensa.