El 1 de septiembre, Xiomara Reyes entró por primera vez en su rol de flamante directora a los estudios de la Washington School of Ballet. La ex bailarina principal del American Ballet Theatre (ABT) llegó a reemplazar a Kee Juan Han -quien anunció su retiro en abril de este año-, convocada por su compañera de largos años en el ABT, Julie Kent, actual directora de Washington Ballet (TWB). Ambas se despidieron de la escena en 2015, y comenzaron otra nueva aventura juntas. Su marido, Rinat Imaev, la acompaña en este periplo como profesor Senior de la escuela y como maestro de TWB, compañía actualmente dirigida por Julie Kent.
Reyes creció en El Vedado, uno de los barrios más emblemáticos de La Habana, Cuba, se formó en la Escuela Nacional de Ballet, tuvo una fuerte influencia de Laura Alonso, y luego, salió a volar con sus propias alas, inspirada por las enseñanzas de “Juan Salvador Gaviota”, de Richard Bach. Así pasó siete años en el Royal Ballet of Flanders y luego llegó al ABT. Y en uno de sus últimos pasos por Washington, Reyes fue invitada por TWB para interpretar a Katherine en el ballet creado por Septime Webre, “Sleepy Hollow”.
Cuando Kent asumió como directora de TWB, pensó en ella para que tomara la batuta de la escuela, Y así comenzaron un trabajo en conjunto que les permite formar a las nuevas generaciones de bailarines y alimentar a la compañía local con nuevos talentos. Actualmente en la escuela hay cerca de 810 alumnos en la sede del centro de DC, en Wisconsin Avenue, North West, y aproximadamente 300 en el North East.
Después de pasar varias horas dando clases, observando, y elaborando un plan a futuro, alrededor de las las 6:30 de la tarde, Reyes recorre las otras sedes de la Washington School of Ballet para ir delineando los programas que colaboren para ir acercándose a sus objetivos: formar bailarines con una sólida formación clásica, capaces de abordar una diversidad de estilos y escuelas.
Danzahoy: ¿Cómo surge esta idea de volver a trabajar juntas desde un lugar diferente del escenario?
Xiomara Reyes: Se origina primero porque a Julie le dieron el puesto de directora de TWB y nosotras hemos trabajado mucho juntas y tenemos muchos puntos en común. Cuando se enteró de este puesto, nos propuso a mi esposo y a mí para que la ayudemos a construir su visión de la compañía. La escuela es un elemento muy importante para hacer una compañía.
D: ¿Cuál es el foco principal en el que se apoyan para la formación de los estudiantes?
XR: Ponemos la insistencia en que el alumno salga de la escuela con una educación completa del baile y de la cultura en general, y que tenga una visión amplia de lo que es ser un artista. Me gustaría interactuar más con otras disciplinas. Para mí la relación maestro-alumno es clave, ya que el maestro es fundamental en la formación de una vida joven. Nosotros no solo educamos bailarines sino seres humanos para que en el futuro desarrollen su talento y la confianza en sí mismos, para que luego ayuden en la sociedad.
D: ¿Cómo planean el trabajo juntas?
XR: Queremos tener más relación entre la escuela y la compañía. Los directores anteriores no encontraron muchos puntos en común, pero en este caso, las dos tenemos cosas en común que queremos reflejar tanto en la escuela como en TWB. Mi esposo y yo también damos clases con la compañía, y al mismo tiempo ponemos mucho cuidado en los estudiantes que formamos para que Julie saque los bailarines que luego integrarán TWB.
D: Después de tantos años, ¿de qué manera pesa lo vivido en la escuela cubana de ballet?
XR: La escuela cubana es tremendamente profesional, con cinco días a la semana de trabajo. Aquí funciona de manera diferente, especialmente para los más pequeños, que tienen clases tres veces a la semana. Por lo tanto, lo importante es maximizar el tiempo. La escuela cubana es muy fuerte y da la libertad de interpretar y al mismo tiempo de ser más sólido en la técnica. Eso es lo que quiero transmitir aquí. Por otra parte, la escuela rusa que tiene un port de bars que se destaca enormemente, y el objetivo es hacer una mezcla de los elementos más representativos de cada escuela. De esta manera los muchachos se exponen a los diferentes estilos. Nuestra meta es buscar bailarines que puedan hacer Balanchine, Forsythe y que puedan moverse en todos los estilos con fluidez y gracia. Y tenemos muy buenos maestros.
D: ¿Y de qué manera empezó este cambio de timón?
XR: Ahora estamos haciendo de todo con un poco más de lentitud para darle a los estudiantes el tiempo para corregir algunos alineamientos. Ese trabajo lo llevamos a todas las sedes, y prestamos mucha atención en esos puntos, para corregir lo más pronto posible. Por ejemplo, con los aprendices estamos trabajando “Raymonda”, con el propósito de exponerlos a este tipo de preparación clásica. Estoy tratando de poner la mano en los aprendices para darles un lugar más importante del que tenían hasta ahora.
D: ¿Y cómo comenzó el trabajo?
XR: Estoy en un momento de mi vida muy especial. Hay muchas cosas que aprender. Desde lo profesional, es muy interesante. En este momento estamos preparando “Cascanueces”, y es un proceso muy encantador, y se ve desde el punto de vista del niño, de la forma en que se involucran en este ballet. Es un mundo fascinante.
D: ¿Washington o Nueva York?
XR: Siempre me encantó Washington, la naturaleza que se ve en la ciudad, sus árboles frondosos, el río… No he tenido mucho problema para adaptarme. Nueva York es muy ecléctico, pero Washington es más semejante a lo que yo pretendo. Si bien todavía estoy tratando de instalarme y armarme en la nueva casa. Vivo a 20 pasos de la escuela, y eso ayuda muchísimo, especialmente en estos momentos en los que uno se tiene que involucrar más.
Felicidades Xiomarita,te lo mereces,estamos seguros que haras un trabajo formidable,eres otro orgullo nuestro,enhorabuena!!!