XXIVFestival de Ballet de La Habana

Dos estrellas se despiden de Cuba

Paloma Herrera y Xiomara Reyes anunciaron su retiro en 2015, y se presentan en esta nueva edición del tradicional encuentro que comenzó el 28 de octubre y culmina el 7 de noviembre. La argentina bailará con el español Gonzalo García “Tchaikovsky Pas de Deux”, de Balanchine.

Deja un comentario Por () | 02/11/2014

Paloma Herrera y José Manuel Carreño en la edición 22 del Festival Internacional de Ballet en La Habana. Foto: Nancy Reyes. Archivo Danzahoy.

Paloma Herrera y José Manuel Carreño en la edición 22 del Festival Internacional de Ballet en La Habana. Foto: Nancy Reyes. Archivo Danzahoy.

La primera figura del American Ballet Theatre (ABT) Paloma Herrera difícilmente haya olvidado cierto corte de electricidad durante su última visita a La Habana, y no porque en su natal Buenos Aires o en su ciudad de residencia, Nueva York, existan pocas probabilidades de vivir uno, sino porque ocurrió en pleno Festival Internacional de Ballet de La Habana mientras ella bailaba el clásico pas de deux de “Cascanueces”, al compás de la música de Tchaikovski. El apagón sorprendió a todos, la solidaridad del público brotó al instante, quienes tenían teléfonos celulares los prendieron, alzaron y agitaron, al estilo de un recital de música, para que Herrera y su partenaire Cory Stearn se sintieran acompañados. Y más importante aún, valorados. La pareja aguardó media hora al retorno del fluido eléctrico y continuó el espectáculo por decisión propia.

Los “bravos” a Herrera le llueven cada vez que sube a un escenario cubano y este Festival, que comenzó el 28 de octubre y continuará hasta el 7 de noviembre, tendrá una connotación especial porque será el último al que asista como bailarina, pues planea retirarse de la escena en 2015. La argentina, fue la profesional más joven en alcanzar el rango de primera figura en el ABT, a los 19 años. En aquella etapa vino al Festival de La Habana de 1996 de la mano de José Manuel Carreño, a bailar “Don Quijote” y el pas de deux “Diana y Acteón”. Aquí fue proclamada como una promesa del ballet mundial y las predicciones no tardaron en cumplirse. En los Estados Unidos, recibió hasta la Medalla de Oro de las Artes y dentro de unos meses cumplirá dos décadas en la cima de la compañía más célebre del país.

En esta edición XXIV del Festival, Herrera se presentará con el español Gonzalo García, bailarín del New York City Ballet. Ambos interpretarán “Tchaikovsky Pas de Deux”, de George Balanchine.

Herrera regresa Cuba junto a otra estrella del ABT, la cubana Xiomara Reyes, que igualmente ha actuado en los Festivales de 2010 y 2012. Comenzó su carrera en el Ballet Nacional de Cuba (BNC) y la continuó en el Real Ballet de Flandes, en Bélgica, el Joven Ballet de Francia, la compañía de Ballet del Sud, en Italia, el Nafsika Dance Theater, de Grecia, entre otras. En 2001, ingresó en el American y dos años después obtuvo la categoría de primera bailarina. Al igual que Herrera, Reyes anunció su retiro profesional para la primavera de 2015 y este será su último festival en la tierra Patria.

Dos compañías con historia

La cubana Xiomara Reyes vuelve a presentarse en el Festival de La Habana. Foto: Rosalie O'Connor. Archivo Danzahoy.

La cubana Xiomara Reyes vuelve a presentarse en el Festival de La Habana. Foto: Rosalie O’Connor. Archivo Danzahoy.

El ABT y el BNC tienen caminos entrelazados. Dos de los fundadores de la compañía cubana integraron el conjunto estadounidense en su primera década. La historia hubiese sido distinta si Alicia y Fernando Alonso no hubiesen apostado por el desarrollo de una carrera como bailarines en los Estados Unidos. La emigración fue una necesidad para la pareja pues en Cuba, en plena década de 1930, no existía ninguna institución donde se estudiase la danza con fines profesionales.

“En aquella época había que ser médico o doctor en leyes, arquitecto, ingeniero, cualquier cosa menos bailarín. Eso era una locura. Eso no era una carrera”, explicó tiempo antes de morir, el maestro Fernando Alonso durante una entrevista.

En los Estados Unidos, él y Alicia se vieron obligados a actuar en comedias musicales de Broadway, experiencia que si bien les aportaba artísticamente no eran su perfil ni propósito. Pero tras el nacimiento del Ballet Theatre en 1940, en Nueva York, la pareja proveniente del Ballet Mordkin y el Caravan vio los cielos abiertos. Allí, ambos artistas terminaron de formarse como profesionales y aprendieron en el intercambio con muchos de los más importantes maestros, bailarines y coreógrafos del siglo XX: Leonid Massine, Anthony Tudor, Jerome Robins, Mikhaíl Fokin, Georges Balanchine, Agnes de Mille, entre otros nombres ya históricos.

Dentro de aquella compañía, Alicia Alonso protagonizó por primera vez el clásico “Giselle”, el 2 de noviembre de 1943. Además, ella y Fernando bailaron en creaciones como “Fancy free”, de Jerome Robbins, una de las piezas que el ABT repuso en su visita a La Habana en 2010, y que debido a su éxito inicial en los Estados Unidos fue llevado al musical “On the Town”, que popularizó en el cine Gene Kelly.

En 1948, los directores de ABT, Lucia Chase y Rich Pleasant, suspendieron las actividades de la compañía por seis meses para buscar en ese plazo un nuevo presupuesto económico que les permitiese continuar. Fue esta la oportunidad que aprovecharon los jóvenes Alicia y Fernando para regresar a su país y fundar el Ballet de Cuba. A propósito del vacío de trabajo, la pareja propuso a sus colegas viajar a La Habana y la mayoría aceptó. Según los Alonso, el 80 por ciento del Ballet Theatre vino con ellos, incluyendo los dos directores de orquesta, Ben Steinberg y Max Goberman, y el director de escena, Joseph Bastien.

La historia del Ballet Nacional de Cuba (BNC) nació en ese momento. La mayoría de sus fundadores provenían del ABT y a Nueva York regresaron poco tiempo después. También lo hizo Alicia. Y apoyaron con sus talentos el desarrollo de la danza clásica en Estados Unidos.

Por mucho que absurdas políticas abogaran por la distancia entre una institución y otra, y de hecho, evitaron que el ABT visitara la Isla en 50 años, los lazos entre el ballet americano y el cubano comenzaron a tejerse en el corazón de Nueva York en la primera mitad del siglo XX.

Sin el ABT, la historia del ballet cubano sería distinta, y aún de existir los Festivales Internacionales probablemente se realizarían en otra fecha.

Marta Sánchez

Marta Sánchez


Martha Sánchez. Licenciada en Periodismo en la Universidad de La Habana. En la actualidad dirige la redacción de Cultura de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina y publica en distintos medios de prensa dentro y fuera de su país.

 

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