Endedans

Llegaron desde el oriente

La compañía de Camagüey hizo tres funciones en el Teatro Martí, que fueron parte de las primeras programaciones desde la reapertura del coliseo cubano. Subieron a escena “By Friction”, del coreógrafo danés Jens Bjesregaard y “Momentos en el viento” de Pedro Ruiz.

Deja un comentario Por () | 06/08/2014

El Teatro Martí recibió a Endedans, compañía de danza contemporánea con residencia en la provincia de Camagüey. . Foto Gabriel Dávalos. Gentileza Endedans.

El Teatro Martí recibió a Endedans, compañía de danza contemporánea con residencia en la provincia de Camagüey. . Foto Gabriel Dávalos. Gentileza Endedans.

Endedans, una de las más importantes compañías de ballet contemporáneo con residencia en la oriental provincia de Camagüey (unos 400 km de la La Habana), retorna a los escenarios de la capital cubana después de una ausencia de años y esta vez con un novedoso repertorio. Tres únicas presentaciones, como parte de las primeras programaciones del Teatro Martí, centenario coliseo a la italiana primorosamente restaurado recientemente por la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, que cuenta con un limitado aforo total de 600 asientos en sus tres niveles.

El estreno ofrecido en la primera parte, “By Friction”, es una creación del coreógrafo danés Jens Bjesregaard para una docena de bailarines de ambos sexos con una duración de poco más de 35 minutos. Comienza con un solo posmoderno de siete minutos ejecutado a fondo por la bailarina francesa Lodie Kardouss, bautizado en su idioma como “Furs” (pieles para el invierno). Con un fluido engarce escénico y un inteligente diseño de luces, los demás danzantes ingresan lentamente en una especie de canon percutido y “glissante”. Todos están vestidos de manera casual con tops de colorido brillante, vinculados a los de sus parejas.

Endedans presentó en el Teatro Martí “Momentos en el viento”, del coreógrafo Pedro Ruiz. Foto Gabriel Dávalos. Gentileza Endedans.

Endedans presentó en el Teatro Martí “Momentos en el viento”, del coreógrafo Pedro Ruiz. Foto Gabriel Dávalos. Gentileza Endedans.

La coreografía, como tal, es un “work in progress” cuya gestualidad echa mano de la variedad de tendencias europeas al uso en los repertorios actuales. El invitado danés se vio beneficiado por la energética formación técnica de los efectivos cubanos, particularmente el sector masculino, en sus combinaciones del terre á terre con la verticalidad, aunque hizo poco uso del “contact”. Hubo soberbios momentos en los dúos y los tríos, con el astuto soporte musical de la “Suite No.1 para cello” de J. S. Bach, soberbiamente interpretado por Yo-Yo Ma, finalizando con músicas exóticas donde se escuchó la voz peculiar de Zeid Hamdan. Sin embargo, el discurso ideo-estético de este coreuta queda a la saga de su interés por estar “a la moda”.

Después de un breve intermedio, la segunda parte llegó con “Momentos en el viento”, una pieza concebida especialmente para la compañía que dirige la coreógrafa Tania Vergara, realizada por el ex bailarín y coreógrafo cubano-norteamericano Pedro Ruiz. Es un divertimento para seis parejas virtuosas, con una marcada participación de la técnica del ballet, si bien la asume con incorporaciones de movimientos de la danza contemporánea, interesándose en cargadas propias del contact. Una pieza nostálgica con sabor romántico, donde su eficaz estructura coreográfica se vale de buenos diseños escénicos, tanto en los figurines como en la escenografía móvil o rodante: cinco practicables intencionalmente trasladados por bailarines ocultos detrás de ellos.

La selección de la música para la banda sonora es muy loable, especialmente las interpretaciones por el Kronos Quartet, y las piezas de Chopin para piano y violín por Laura Goldberg y Moshe Knoll. Casi toda la compañía Endedans participa en estos “Momentos…” divididos en cuatro cuadros, de los cuales se destacan los dúos y los tríos, particularmente los bailados con destreza y emotiva calidad de movimiento, por Osmary Ospina y Zamil Nápoles. Así como del último cuadro: Lisandro Gómez, Jesús Arias y Eliosmayquer Orozco.

Pedro Ruiz firma en el programa de mano una síntesis de la génesis provocadora de su obra, y es una referencia obligada para aquellos que no conocen la ciudad sede de Endedans: invitación explícita para visitarla. Según el coreógrafo “Momentos en el viento” fue inspirado por sus primeras percepciones sobre Camagüey. Una de las experiencias que vivió cuando llegó, fue la sensación del viento “abrazándolo” y girando a su alrededor. Al comenzar a explorar la ciudad, comentó, caminó por un laberinto de calles intrincadas sin entender por qué las sentía tan mediterráneas. Las brisas dulces, casi intoxicantes, lo rodearon y lo llevaron a sitios inesperados. Y confesó que tuvo la sensación de estar dentro de una exhibición con paredes móviles: los colores de los edificios, la sensación de los adoquines bajo sus pies, siempre descubrimiento un nuevo momento en el viento.

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