Encargado por el Teatro Bolshoi en 1875, “El lago de los cisnes” se estrenó en 1877 con la versión coreográfica de Julius Reisinger y la música de Piotr Ilich Tchaikovski. Esta producción, signada por el poco éxito, y las disputas entre coreógrafo y compositor antes y durante la realización, fue la primera de la trilogía para ballet escrita por Tchaikovsky, que incluyó “La bella durmiente”, en 1892 y “Cascanueces”, en 1892.
Sin embargo, el 15 de enero de 1895 en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo esta misma obra logró su primer gran éxito con una nueva coreografía a cargo de Marius Petipa y Lev Ivanov. Pierina Legnani como Odette/Odile, Pavel Gerdt en el rol del príncipe Sigfrido, Alexei Bulgakov como Von Rothbart y Alexander Oblakov en el papel de Benno, fueron los protagonistas de ese “El lago de los cisnes” que, desde entonces, se convirtió en un clásico indiscutible en la historia del ballet.
Desde el 28 de enero hasta el 2 de febrero el Mariinsky Ballet, dirigido por Valery Gergiev, regresa al Opera House del Kennedy Center for the Performing Arts de DC para presentar su clásica versión esta obra basada en la coreografía de Petipa-Ivanov, revisada en 1950 por Konstantin Sergeyev.
Los protagonistas de esta versión, que alternarán roles durante los días de función son: Alina Somova (ver video) y Vladimir Shklyarov (el 28 y el 31 de enero, y el 2 de febrero); Anastasia Kolegova y Maxim Zyuzin (el 29 de enero y el 1 de febrero), y Olga Esina y Timur Askerov (el 30 de enero y el 1 de febrero).
“El lago de los cisnes” se basa en una leyenda germánica, “Der geraubte Schleier” (El velo robado) de Johann Karl August Musäus, que cuenta cómo jóvenes doncellas son convertidas en cisnes por un mago malvado, Von Rothbard, y sólo el amor verdadero es capaz de romper ese hechizo. Este ballet en tres actos de tres horas de duración, describe el periplo del príncipe Sigfrido que intenta salvar a Odette, la reina de los cisnes. Sin embargo, Von Rothbard, engaña a Sigfrido y lo induce a que jure su amor a Odile, que adquiere los rasgos de Odette.
Este ballet, emblemático de la compañía rusa, se presentó el 6 de junio del año pasado en una versión en 3D para 200 cines de todo el mundo, transmitido directamente desde el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, en Rusia. Esta emisión se realizó para celebrar los 275 del estreno de “El lago…”
La compañía, conocida también como el Ballet Imperial hasta la llegada de la Revolución Rusa. A partir de entonces adquirió el nombre de Ballet Kirov, luego de la muerte su “protector”, Serguéi Kirov, un político bolchevique que murió asesinado en la era de la represión del año 30, y que logró preservar la compañía para convertirla en un estandarte cultural de la Unión Soviética. Tiempo después de la caída del comunismo en 1991, el ensamble adquirió su nombre original.
Fue para el Mariinsky que el gran Petipa escenificó la mayoría de sus obras, entre ellas, “Raymonda”, “Cascanueces”, “La Bayadera”, “Don Quijote” y “La bella durmiente”. Y para esa compañía revisó otras tantas como “Giselle”, “El lago de los cisnes”, “El Corsario”.