Ballet Across America III-Programa C

Un final con todo

El Programa C, que cerró su ciclo el domingo 9 en el Kennedy Center de DC, trajo al Ballet Austin, al North Carolina Dance Theatre y al Dance Theatre of Harlem en su reaparición luego de nueve años de ausencia por problemas económicos.

Deja un comentario Por () | 10/06/2013

El Dance Theatre of Harlem presentó “Return”(1999), de Robert Garland en el final del ciclo Ballet Across America III. Foto: Joseph Rodman. gentileza JFKC.

El Dance Theatre of Harlem presentó “Return”(1999), de Robert Garland en el final del ciclo Ballet Across America III. Foto: Joseph Rodman. gentileza JFKC.

Casi como una reminiscencia imperial, enormes arañas de techo iluminan la escena, mientras ellas, las bailarinas, con tiaras y tutus marcan un estilo que se funde entre lo moderno y lo tradicional. Carmesí, cobalto, violeta, verde agua y cobre despliegan sus encantos y su seducción a través del vestuario de las parejas de bailarines de North Carolina Dance Theatre, dirigidos por Jean-Pierre Bonnefous.

 “Rhapsodic Dances”, del coreógrafo Sasha Janes por North Carolina Dance Theatre. Foto: Jeff Cravotta. Gentileza JFKC.

“Rhapsodic Dances”, del coreógrafo Sasha Janes por North Carolina Dance Theatre. Foto: Jeff Cravotta. Gentileza JFKC.

El Programa C de Ballet Across America III, que cerró su ciclo el domingo 9 en el Kennedy Center de DC, trajo a esta compañía con “Rhapsodic Dances”, del coreógrafo Sasha Janes. Una obra vibrante, ágil, clara y bien estructurada, que funde técnica de ballet clásico y neoclásico, con ciertos toques contemporáneos.

Una sucesión de movimientos casi atléticos, bailarinas sostenidas en el aire por sus partenaires y un ritmo eléctrico y sostenido, se amalgaman con la intensidad musical de “Rhapsody on a Theme of Paganini”, de Sergei Rachmaninoff. Interpretada magníficamente al piano por Arkadiy Figlin junto a la Kennedy Center Opera House Orchestra, dirigida por Grant Cooper, la partitura permitió ver a una compañía consistente con bailarines de buena técnica y entrenamiento.

La segunda parte convocó al Ballet Austin con “Hush”, una obra de 2005 creada por su director artístico, Stephen Mills sobre “Tirol Concerto” de Philip Glass. Ante el minimalismo musical, que en su momento fue transgresor, la obra tuvo un toque más convencional. Sin embargo, la compañía logró cautivar con su danza y musicalidad. Consustanciados con la propuesta coreográfica los bailarines hicieron un excelente trabajo para no caer en la monotonía de la obra.

Ballet Austin interpretó “Hush”, obra creada por Stephen Mills sobre “Tirol Concerto” de Philip Glass. Foto: Tony Spielberg. Gentileza de JFKC.

Ballet Austin interpretó “Hush”, obra creada por Stephen Mills sobre “Tirol Concerto” de Philip Glass. Foto: Tony Spielberg. Gentileza de JFKC.

Para llegar a un final inolvidable: el Dance Theatre of Harlem presentó “Return”(1999), de Robert Garland. La obra permitió ver a una compañía capaz de renacer como el Ave Fenix, con bailarines plenos de energía y convicción y con una maleabilidad asombrosa para combinar técnica neoclásica con elementos de jazz-dance y danza callejera.

Con dirección de Virginia Johnson, la compañía fundada por el inolvidable Arthur Mitchell y Karel Shook en 1969, reafirmó su estilo y habitual dinamismo y convicción. Ahora, reducida de 44 a 18 integrantes, no ha perdido un ápice de su antiguo nivel. Luego de nueve años de receso debido a problemas económicos que terminaron en una deuda de más de dos millones de dólares, la DTH se presenta con nueva energía. Otra razón para que el final sea inolvidable.

La obra reafirma el espíritu inicial que Mitchell pautó. Y deja lucir a sus bailarines en todo su esplendor en una sucesión de temas que van desde canciones de James Brown hasta Aretha Franklin. Colorida, intensa y arrolladora, tal como parece ser esta nueva troupe que volvió a escena con la batalla ganada.

 

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