Manu Navarro, de Panamá, cubrió el rol de Mercedes en las funciones de “Don Quijote” del Ballet Nacional de Cuba. Foto: Nancy Reyes. Gentileza NR.
Sobre la producción integral del conocido ballet “Don Quijote”, según la puesta en escena del Ballet Nacional de Cuba (BNC), estrenada en el Gran Teatro de La Habana en julio de 1988. En esta ocasión, las interpretaciones con “sangre nueva” entregadas por las más jóvenes generaciones del elenco de la compañía que regenta, con pertinencia por décadas, la eximia leyenda viva de la danza del siglo XX, la siempre prima ballerina assoluta Alicia Alonso.
La obra está concebida y trabajada con un breve prólogo (ejecutado en el proscenio, sobre un telón “a lo goyesco”) y tres actos, donde intervienen como coreógrafas (según consigna el programa de mano), las ex primeras bailarinas y maestras de ballet Marta García y María Elena Llorente, bajo la “dirección artístico-coreográfica” de la directora general del BNC.
En la historia
“Don Quijote” celebra este año el 25 aniversario de su estreno en Cuba, que se realizó el 6 de julio de 1988, en el Gran Teatro de La Habana. Foto: Nancy Reyes. Gentileza NR.
Este ballet, según la versión de Marius Petisa con música original de Minkus, fue estrenado el 26 de diciembre de 1869 por el ballet del Teatro Bolshoi de Moscú, con un prólogo y cuatro actos. Posteriormente, una versión, revisada “drásticamente” por el propio Petipa, con cierto número de coreografías añadidas, fue bailada en San Petersburgo en 1871. Por su parte, el destacado maestro Alexander Gorski, en la primera década de 1900, produjo en el Bolshoi una nueva versión, siempre sobre la partitura de Minkus, que produjo gran escozor en la anuencia, debido al exceso de realismo en su teatralidad. La primera producción completa en occidente fue montada por Witold Borkowski, para el británico Ballet Rambert, en 1962 (basado igualmente en la versión de Gorski).
La producción cubana, con libreto y figurines del diseñador del BNC, Salvador Fernández, está basada en las versiones mencionadas de Petipa y Gorski, la cual toma como fuente los episodios del segundo volumen de la celebérrima novela de Cervantes, donde relata los amores entre Quiteria (Kitri en el ballet) y el joven barbero Basilio. Con la inserción en la trama del encuentro entre el gentilhombre de caballería, Don Q, y su incondicional sirviente escudero Sancho Panza con una troupe de cómicos, así como su “lucha” contra los molinos de viento.
Varios debutantes y una invitada
Interpretaciones con “sangre nueva” entregadas por las más jóvenes generaciones del elenco de la compañía que regentea Alicia Alonso. Foto: NR. Gentileza NR.
Cuando a los especialistas de danza les anuncian las noveles encarnaciones de tan conocidos papeles del repertorio clásico por prometedores bailarines de los diversos rangos el elenco general del BNC, resulta un acicate mayor para retornar al teatro para admirar esta serie de funciones de una tan conocida pieza. Por supuesto que hubo loables desempeños en todo momento de los primeros bailarines consagrados al retomar los roles protagónicos así como en los llamados de “démi-character”: Viengsay Valdés, Sadaise Arencibia, Anette Delgao, Camilo Ramos, José Losada, Ernesto Díaz, Carolina García o Ivette González, Alfredo Ibáñez, entre otros.
Sin duda, los novatos en estas lides necesitan de un trabajo posterior, arduo, de maduración en el aspecto dramático, en la incorporación de sus personajes, además de sus espléndidas demostraciones técnicas. Si bien en este último punto no se observa siempre la limpieza en la ejecución de ciertos fraseos o encadenamientos, el “legato” en el trabajo en pas de deux, en el cuidado de la línea (particularmente en el sector masculino…ojo con los empeines!!)
Entre los más destacados por su labor integral, se puede mencionar a Yanela Piñera, Grettel Morejón, Miguel Anaya (un salto desde el cuerpo de baile) o Víctor Estévez, así como Ernesto Álvarez, Alejandro Silva, o las dotadas como Jessie Domínguez, Lissi Báez, Dayesi Torriente o Estheysis Menéndez (estas dos últimas invitan a seguir de cerca sus carreras).
El papel de Mercedes, la novia de Espada, fue asumida por una juvenil bailarina solista invitada por Alicia Alonso. De Panamá: Manu Navarro. Una entrega a fondo. Pero su formación en otra escuela foránea evitaba la integración con el resto, tanto por sus port des bras como por sus pases y “placements”.
Un alerta para los regisseurs: ¿por qué programar a dos debutantes en los papeles de Kitri y Basilio, en la misma función? Hubo tensiones y falta de concentración, así como inseguridades o desconfianzas en el llamado “partnering”. Tal vez esto pudo evitarse.
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- Interpretaciones con "sangre nueva" entregadas por las más jóvenes generaciones del elenco de la compañía que regentea Alicia Alonso. Foto: NR. Gentileza NR.
- “Don Quijote” celebra este año el 25 aniversario de su estreno en Cuba, que se realizó el 6 de julio de 1988, en el Gran Teatro de La Habana. Foto: Nancy Reyes. Gentileza NR.
- Manu Navarro, de Panamá, cubrió el rol de Mercedes en las funciones de "Don Quijote" del Ballet Nacional de Cuba. Foto: Nancy Reyes. Gentileza NR.
Recibiendo al ballet ” Don Quijote ” .
En opinión modesta y personal. La función del día sábado la bailarina Grettel Morejón y el novel bailarín Miguel Anaya debutaron con esta pieza y confirmaron la clase de danzantes que son. El esperado debut impactó positivamente en el público asistente. Ella interpretó una Kitri en la que perfiló finamente los aspectos técnico , artístico y de carácter. El bailarín que la acompañó con un fuerte trabajo como partner permitió una función digna de excelente resultante por la pareja debutante. Ambos mostraron seguridad en el trabajo del dúo y en sus solos, sacando el extra que exigen estos roles protagónicos. Felicitaciones merecidas , el público agradecido demostró su placer al finalizar la función.
El día domingo recayó los protagónicos en los bailarines Annette Delgado y Víctor Estévez . La primera bailarina como nos tiene acostumbrados mostró su Kitri sin mayores complicaciones, reflejando ese halo de seguridad que ella regala en cada interpretación sin lugar a dudas, bella, suave y sin pretenciones mas que demostrar lo que es danzar y hacerlo bien. El bailarín marcando su paso sobre la escena ,eleva su nivel al de su compañera de baile ,y tanto en los solos , como en los paso a dos logra un trabajo idóneo. Una buena función para disfrute del público asistente
No pasar por alto algunos de los excelentes momentos ofrecidos por los danzantes . La interpretación del rol de Mercedes por la bailarina panameña Manu Navarro, destacó por su proyección como bailarina y actitud , captura la atención del público asistente a la sala en cada frase de baile. Impositiva y segura. Otros momentos regalaron las bailarinas Lissi Báez y Dayesi Torriente que alternaron roles sábado y domingo ( gitana Graciosa y la Reina de Dríadas) . Lissi Báez luce gitana o reina , tiene una técnica impresionante y seguridad que muestra en sus combinaciones de pasos complejos; su musicalidad , sencillez y gracia al bailar le llega al público en cada interpretación. Dayessi Torrientes interpreto una reina de ley, aunque su gitana permeada de impresiciones no lució de igual manera.
Los roles de Don Quijote y Sancho Panza estuvieron bien entre detalles de interpretación para entregar a un Quijote más cercano al personaje de la literatura. Destaco en esta ocasión las interpretaciones de Ernesto Diaz y Alejandro Silva
Para los debutantes mis felicitaciones, buscar la perfección es posible , lograrlo es lo más difícil, pero el trabajo y la constancia los acercará.