Esta temporada marca el debut de la GöteborgOperans Danskompani en el John F. Kennedy Center for the Performing Arts de Washington, DC dentro del festival Nordic Cool 2013 que se realiza desde el 19 de febrero hasta el 17 de marzo y que reúne danza, teatro, literatura cocina, cine, música y artes visuals de los países nórdicos.
La compañía sueca de danza contemporánea se presenta el 15 y 16 de marzo en el Eisenhower Theatre, como parte del proyecto Explore the Arts. Durante este ciclo la compañía también dará una clase magistral para nivel avanzado.
Después de haber pasado la transición de lo clásico a lo contemporáneo, la GöteborgOperans Danskompani actualmente está compuesta por 40 bailarines de 16 países, y es una de las agrupaciones más numerosas de la región nórdica que realiza tours a nivel nacional e internacional.
Tiene una larga historia en cuanto a los trabajos de colaboración con coreógrafos como Mats Ek, quien mantiene un nutrido repertorio con la compañía, así como también William Forsythe, Jirí Kylián, Ohad Naharin y el español Nacho Duato.
La “Giselle” de EK tuvo su estreno en 1999, y “La bella durmiente” fue uno de los últimos trabajos del coreógrafo sueco que la compañía incorporó a su repertorio, luego de su premier en 1996 con el Hamburg Ballet.
Dirigida por Adolphe Binder, la compañía tiene como tema principal de la temporada 2012-2013 es Homeland & Risk Zones (la patria y las zonas de riesgo).
“A través del uso de una combinación de diferentes perspectivas, nuestros coreógrafos invitados trabajan sobre temas como nuestra pertenencia, la identidad y la nostalgia por la patria o el lugar de origen –reafirmó Binder–. Es especialmente, sobre lo que nos tiene profundamente arraigados y en lo que confiamos. Y como contrapartida, el territorio desconocido, y las consecuencias de vivir en un mundo globalizado”.
En la primavera de 2013, la compañía celebra los cien años de “La consagración de la primavera”, de Igor Stravinsky con dos versiones diferentes de esta partitura: la de la coreógrafa canadiense, Marie Chouinard, y la de la inolvidable Pina Bausch, creada para el Tanztheater Wuppertal.
“La naturaleza inquisitiva del ser humano hace que intente descubrir y explorar –dijo Binder–, pero aquel que necesite descubrir nuevas tierras debe tener el coraje de perder la vista de la costa. Y una vez que la costa desaparece en el horizonte, qué pasa entonces con la necesidad de pertenencia, de echar raíces y de sentirse seguro…”
Entre los coreógrafos que se incorporan al repertorio de la compañía figuran la israelí Sharon Eyal, Guy Weizman, de Holanda; el belga Franck Chartier y el brasileño Fernando Melo. Muchos de los creadores de esta temporada llegaron a Suecia por primera vez a realizar sus trabajos con la compañía.
“Nuestra visión artística y nuestro trabajo –afirmó Binder– es asumir riesgos estéticos y físicos, al mismo tiempo que intentamos romper las barreras con el público. Pero también, romper los límites entre la danza y otras formas artísticas; entre la vida y el arte”.