De Nueva York, la compañía Streb Extreme Action, trajo al Holland Dance Festival la obra “Forces” de su directora Elizabeth Streb. Foto gentileza HDF.
Silvie Guillem en el HDF. Haz clic aquí.
La bienal Holland Dance Festival que viene teniendo lugar en La Haya desde 1987 en el otoño, celebra esta edición este invierno debido a la reestructuración de la entidad que lo organiza: Holland-Dance.
Compañias de danza de Australia, Brasil, China, Estados Unidos, Cuba, Gran Bretaña y el país anfitrión, así como bailarines y coreógrafos de diversos países, participaron en esta decimotercera edición del 26 de enero al 26 de febrero.
Los que estuvieron
Tim Persent llegó a Holanda en 1987 pero su país natal es Sud-Africa. A los doce años emigró con sus padres a Inglaterra donde recibió su educación dancística.
Desde su llegada a este país se destacó por su estilo, personalidad y talento. En comemoración del vigésimo quinto aniversario de su venida a Holanda, el Holland Dance Festival le ha dedicado un un programa retrospectivo totalmente confeccionado por él y para él.
De Cuba la compañía Danza Abierta, por segunda vez en este festival, trae la obra “MalSon”, coreografía de Susana Pous que nos ofrece una visión melancólica de La Habana en la actualidad. La coreógrafa catalana le dio este título doble interpretable: En catalán: pesadilla y en “cubano” son (estilo musical cubano) malo.
El holandés Rubinald Pronk optó, en pleno apogeo de su carrera en el Het Nationale Ballet, por la aventura y se fue a Nueva York. Allí conoció a la que ahora es su partenaire de danza y con la actúa en La Haya: Drew Jacoby. Esta bailarina es poderosa en el uso de las puntas y ha trabajado con Sylvie Guillem, Lar Lubovitch y Cristopher Wheeldon entre otros. Durante el festival bailan obras de Andrea Miller, Leo Mujic e Itzik Galili.
De Australia que la fuera en los años ’90 la directora del Australian Dance Theater y antaño bailarina de Pina Baush, Meryl Tankard, nos trae la obra The Oracle con un solo bailarín, Paul White, su danza reforzada por las proyecciones de psicodiagnóstico de Regis Lansac.
Un grupo integrado solo por varones, procedentes de Londres: los BalletBoyz. Compañía fundada en 2001 por dos miembros del Royal Ballet, en la actualidad compuesta por diez bailarines de diferentes estilos, traen al festival obras de Rusell Maliphant, Jarek Cemerek y Paul Roberts.
Desde que en China la danza moderna está permitida, florecen los grupos y coreógrafos de esta modalidad. Incluso existe una compañía oficial que lo enfatiza: la Beijing Dance Theater, compuesta por diecinueve excelentes bailarines. La obra se titula “Haze” (bruma o neblina) de la directora Wang Yuanyuan, dividida en tres partes: Luz, Ciudad y Orilla.
En “Haze” trata Yuanyuan de explorar, pero no analizar, los sentimientos de inseguridad que causó la actual crisis económica en China. El suelo del escenario es esponjoso de modo que la danza sufre al tener que mantener el equilibrio en los momentos líricos, pero gana en intensidad en los saltos, caídas, y piruetas.
Se traducen algunas escenas en un sentimiento de incertidumbre, y otras en la capacidad de emprender algo nuevo y saltar hacia nuevas posibilidades aunque éstas no estén del todo configuradas. Prevalecen pasajes de introspección espiritual, de búsqueda emocional y afirmación social.
De Nueva York la compañía Streb Extreme Action trajo la obra “Forces” de su directora Elizabeth Streb. Ésta no es un espectáculo de danza, si no más bien de acrobacia. Streb es una investigadora y su estudio es un laboratorio. Para su trabajo cuenta con un fenomenal y súper numeroso equipo. Aquí todo está hecho a lo grande, a lo “made in USA”.
Las escenas requieren gran cantidad de artefactos, máquinas y requisitos fuera de lo común. El factor “riesgo” aumenta la emoción pero, por supuesto todo está bajo control. Entre escena y escena doña Streb da explicaciones en una gran pantalla, como para que no nos perdamos detalle. Durante las actuaciones en esta pantalla se proyectan imágenes que sirven o bien de decorado y nos muestran la coreografía desde otro ángulo. El ritmo, la gracia y entusiasmo de los artistas es contagioso. Al terminar la función, artistas y coreógrafa se quedan entre el público para cambiar impresiones. Realmente una compañía simpática con mucha marcha.
El NDT 2, la Compañía de Danza de São Paulo, Barak Marshall, Emio Greco, y otros grupos tomaron parte en el festival. Veintisiete talleres y lecciones magistrales fueron impartidas por docentes, bailarines o coreógrafos de las compañías participantes.
Me ha parecido un artículo muy claro, sobre todo para los que no sabemos mucho, o más bien , nada, de danza. Me he enterado un poco de las diferencias entre un y otro país, pero creo que lo que la mayoría tienen en común es expresar los sentimientos por medio de la danza, la melancolía, la inseguridad… Sentimientos universales. Creo que ninguno de ellos ha expresado alegría, satisfacción. Es una casualidad ?
Pepi