Carlos Acosta: Premio Nacional

Carlos Acosta recibió el Premio Nacional de Danza en La Habana. Foto: Nancy Reyes. Gentileza NR.

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Los asistentes a la Gala organizada por el Ministerio cubano de Cultura, el 29 de agosto, fueron testigos de uno de los más emotivos reconocimientos artísticos de los últimos tiempos, en el escenario de sus primeros triunfos, el del Gran Teatro de La Habana, cuando apareció el estelar bailarín cubano Carlos Acosta, de 38 años, para recibir, de manos del titular del ramo, el diploma que lo acredita como el artista cubano más joven que recibe un Premio Nacional de Danza y en las artes en general.

Acosta improvisó, de inmediato, unas breves palabras de agradecimiento. “Comparto este premio con nuestros abuelos fundadores Fernando, Alberto y Alicia Alonso, porque con ello confirmo la importancia que confiero a este premio, ya que soy un producto de la única escuela de ballet de las Américas: la Escuela Cubana de Ballet”. Lo quiso compartir también con sus predecesores en el Ballet Nacional de Cuba, en especial a Jorge Esquivel, Lázaro Carreño y Andrés Williams, entre otros. Acosta a su vez aseguró que este premio lo hace sentir “profeta” en su tierra, especialmente en un momento especial de su carrera.

Y declaró: “Pero antes que todo, lo dedico a mi pueblo batallador que se esfuerza cada día para lograr sus aspiraciones por una mayor calidad de vida en la Cuba que todos deseamos”.

El artista anunció que en diciembre presentará en cinco provincias cubanas su nuevo espectáculo “Ciclos”, y que continuará la gira artística que comenzó en el oriente de la isla a principios de este año.

Anteriormente, se presentó un espectáculo con una inteligente dirección artística por el coreógrafo Alberto Méndez, donde participaron algunas de las más importantes agrupaciones de la capital (aquellas que no estaban de giras nacionales o internacionales o en vacaciones de verano).

Hubo momentos cimeros en calidad técnica y entrega interpretativa (otros menos). En esta selección, fueron aplaudidos el solo “La muerte de un cisne” de Descombey, por el primer bailarín Alejandro Virelles; “La conga”, con coreografía de Santiago Alfonso, bailada por su propia compañía de danza; el fragmento de “Malson” por Danzabierta y X Alfonso; una muestra de folclore por la compañía del coreógrafo Yohannes García; el electrizante y acrobático solo de Indira Mora Cueto con soporte musical de una canción francesa; el pas de deux del Acto III de “Don Quijote”, ejecutado con fuste por Yanela Piñera y Osiel Gounod, ambos del BNC; para concluir con la obra más reciente de George Céspedes para Danza Contemporánea de Cuba, “Mambo 3XXI” .