Desde que se anunció el retiro de Monica Mason de su actual posición como directora artística del venerable Royal Ballet de Londres, en 2012, no cesaban las especulaciones. Al fin, en las últimas semanas de junio, surgió el nombre del sucesor: Kevin O´Hare.
O’Hare, entrenado en la escuela del Royal Ballet, se uniría al Sadler´s Wells Ballet en 1984. Elevado a la categoría de bailarín principal en 1990, se mantuvo con la compañía, que cambió su nombre por Birmingham Royal Ballet, hasta su retiro, ocurrido en el año 2000, cuando celebró su 35 cumpleaños.
Después de retirarse de la danza clásica, O´Hare trabajó para The Royal Shakespeare Company, y poco después regresaría al Birmingham Royal Ballet en calidad de administrador. Desde 2004 trabajó con el Royal Ballet como su administrador, y posteriormente asumiría el cargo de director administrativo del Royal Ballet, reemplazando a Anthony Russell-Roberts.
Según noticias publicadas en “The Guardian”, apenas se supo la noticia del retiro de Mason, varios nombres comenzaron a barajarse en el ambiente danzario, para ocupar el importante puesto que quedaría vacante en 2012. Sin embargo, todos sabían que tanto la compañía, como la junta de directores, deseaban alguien de “dentro”. Ya habían tenido una mala experiencia con el australiano Ross Stretton , que fue director artístico del Royal en 2001. En esa ocupación, Stretton sólo duraría u n año.
Entre los nombres que se mencionaban en la corta lista de sucesores de Mason, aparecía el de Christopher Wheeldon. No obstante, Wheeldon, después de interminables conversaciones con Mason y con Tony Hall, decidió que era muy joven para hacer ahora su transición a director. No obstante, Wheeldon tendrá ahora una posición más activa junto a O´Hare dentro de la compañía. El futuro director también desea mantener lazos estrechos con el coreógrafo Wayne McGregor, quien desde 2006 ocupa el cargo de coreógrafo residente del Royal.
Según otros comentarios de “The Guardian”, a O´Hare “no lo precede ningún ego artístico, como tampoco trae una agenda propia consigo… Su vida ha sido vivir, respirar y trabajar en el repertorio del Royal, la mayor parte de su vida… Igualmente, a O´Hare siempre le interesó la identidad artística de la compañía, así como también comprende y mantiene la mezcla de los clásicos y los ballets del siglo XX, que siempre han formado el repertorio”.
Si O´Hare está comprometido en la creación de nuevos trabajos, también está interesado en ampliar la plataforma de trabajo de la compañía. Además de presentarse en escenarios más experimentales (fue O´Hare quien desde su posición administrativa, empujaría el viaje a Cuba de la compañía, en el verano de 2009). Más recientemente, estuvo detrás del plan del Royal Ballet de actuar en O2 , en el último fin de semana de julio. Al propio tiempo, O´Hare parece muy interesado en explorar las posibilidades que la pantalla de plata puede ofrecer a la compañía, estando muy envuelto en las presentaciones grabadas en vivo, de las funciones del Royal en el escenario. Más allá de eso, O´Hare parece estar buscando una colaboración específica, danza creada para cintas fílmicas, lo mismo que para el escenario.