Ya el American Ballet Theatre (ABT) ha presentado otras veces una función dedicada a los hispanos en su usual temporada en el Metropolitan de Nueva York. No obstante, la Gala de este año celebrada el 16 de mayo, sin ser denominada como un homenaje a los hispanos, parecía ser así. En el ambiente de esa noche predominaban lujosos atuendos en las damas, con los caballeros vistiendo elegantes “smokings”, sin embargo, también resaltaba el idioma español que se oía por todas partes, y las expectativas, especialmente entre los balletómanos cubanos, por el estreno de “Majísimo”, del coreógrafo cubano George García, sobre música de Jules Massanet, que cerró el primer acto de la función.
Esta nueva temporada que apenas se inicia, marcará tres ocasiones especiales en el mes de junio: Julie Kent, en “La Dama de las Camelias”, con Roberto Bolle, celebra 25 años con la compañía; el 18, Paloma Herrera, con Angel Corella, bailando “Coppelia”, cumple 20, y el día 30, José M. Carreño se despide del ABT, después de 15 años como bailarín principal.
La Gala dio comienzo y terminó con escenas de “The Bright Stream”, de Sergei Ratmansky, con música de Dmitri Shotakovitch, y vestuario de Elena Markovskaya. El ballet completo se verá en la segunda semana de la temporada; en esta función inicial sólo se hizo una suerte de introducción. Con excepción del mencionado estreno neoyorquino de “Majísimo”, las escenas de la obra de Ratmansky, el coro de cisnes que le dio realce al Pas de Deux del Cisne Blanco, el Adagio de la Rosa de “La Bella Durmiente”, y lo que podría llamarse una “pieza de ocasión”, bailado por 16 encantadoras y bien entrenadas alumnas a Nivel 7 de la Escuela Jacqueline Kennedy Onassis del American Ballet Theatre (con coreografía de Raymond Lukens, sobre “Karelia March” de Sibelius), los demás bailes incluidos esa noche fueron solamente Pas de Deux por las estrellas de la compañía.
“Majísimo”, obra que merecía un poco más de iluminación, mostró a las bailarinas con hermosas flores en el cabello, del color de la camisa de su compañero, y usando abanicos en algunos pasajes. Las parejas iban formadas por Lorena Feijóo con Boada, Lorna Feijóo con Madrigal, Xiomara Reyes con Reyneris Reyes, y Herrera de pareja de Carreño, Hubo solos a cargo de Herrera y Reyes, y por su parte Boada y Carreño hicieron las delicias del público con sus límpidas e innumerables vueltas. Muy satisfecho debe haberse sentido García ante la reacción del público, que no solo aplaudió, sino gritó a pleno pulmón su aprobación al espectáculo.
Sobre el resto del programa, nunca Veronica Part se ha visto más emotiva que en su suave interpretación del Pas de Deux de “Nutcracker”, según la coreografía hermosa y efectiva de Ratmansky, llevando de compañero a un partenaire como hay pocos: el brillante Marcelo Gomes. La sutil Alina Cojocaru, en el Adagio de la Rosa de “La Bella Durmiente”, tuvo a sus cuatro príncipes solicitando su mano, y entregándole la rosa como es costumbre. Los balances de la Cojocaru fueron un encantador regalo.
En la escena de la alcoba de “Manon”, el coreógrafo McMillan logró un trabajo muy codiciado en la actualidad por las bailarinas. Su gloriosa intérprete esa noche fue Diana Vishneva, tan maravillosa danzarina como actriz dramática, y cómo no iba a lograr un trabajo tan magistral, si tenía a su lado al magnífico Gomes. El resto del programa pasó sin pena ni gloria, por más que hay que añadir que la orquesta sonó magnífica en todo momento, como siempre, si bien esta vez llevó a tres directores diferentes: Charles Barker, Ormsky Wilkins y David LaMarche.
George García y su “Majísimo”
Geoge García, coreógrafo disidente cubano, autor “Majísimo”, el estreno eseprado en el Metropolitan, junto a otros nueve bailarines, pidió y obtuvo asilo político en París en 1966, durante una gira del Ballet Nacional de Cuba en Francia, lo que causó la primera crisis política sufrida por el régimen revolucionario cubano. Por lo demás, García ha hecho muy buena carrera en Europa, donde está radicado desde su exilio, trabajando con compañías de Bruselas y Portugal, entre otras. José Manuel Carreño, en vísperas de su retiro, insistió con Kevin McKenzie, director artístico del ABT, sobre su deseo de bailar “Majísimo” con artistas cubanos. McKenzie accedió a su petición y del ABT serán incluidos en el estreno Xiomara Reyes, bailarina cubana también, y la argentina Paloma Herrera. Para completar el elenco vendrán como invitados los cubanos Lorena Feijóo y Joan Boada, del Ballet de San Francisco, Lorna Feijóo y Nelson Madrigal, del Ballet de Boston, y Reyneris Reyes, del Miami City Ballet.
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