El Ballet Contemporáneo del San Martín estrena "Como el agua que fluye", entre otras obras. Foto: Alicia Rojo. Gentileza TGSM.
El viernes 29 de abril a las 20.30 el Ballet Contemporáneo que dirige Mauricio Wainrot estrenará, en la Sala Martín Coronado del Teatro San Martín, un nuevo programa, integrado por “Gershwin” de Elizabeth De Chapeaurouge, “Como el agua que fluye” de Mabel Dai Chee Chang y “Beethoven B” de Ana María Stekelman. Las funciones se realizarán hasta el domingo 22 de mayo, los jueves a las 14, los viernes y sábados a las 20.30, y los domingos a las 17.
El Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, que actualmente dirige Mauricio Wainrot, fue creado en 1977. Es decir que en 2007 la compañía celebró treinta años de actividad ininterrumpida como cuerpo artístico permanente. Hecho trascendente para una compañía argentina de estas características en tanto significa aprovechar los valores de la continuidad, la experiencia y el crecimiento sostenido, que le han permitido consolidar un nivel artístico de excelencia tanto en nuestro país como en el extranjero. Para muchos, el Ballet Contemporáneo es en la actualidad la compañía de danza más destacada de Argentina.
Ese recorrido que encuentra hoy al Ballet en un momento de grandes logros y reconocimiento, tuvo su antecedente más inmediato en el elenco de danza que dirigía Oscar Araiz y que estuvo vinculado con el Teatro San Martín entre 1968 y 1971. Pero la compañía como tal se inició cuando Kive Staiff, director general y artístico del Teatro San Martín por aquellos años, convocó en 1977 a la bailarina y coreógrafa Ana María Stekelman para ponerla al frente de lo que en ese momento se denominó Grupo de Danza Contemporánea del Teatro Municipal General San Martín. Posteriormente, en 1988, la compañía adoptó el nombre definitivo con el que hoy se la conoce.
En distintos períodos la dirigieron también Norma Binaghi, Lisu Brodsky y Alejandro Cervera, Oscar Araiz, Andrea Chinetti y el propio Mauricio Wainrot, en dos ocasiones, la segunda de las cuales comenzó en el año 1999.
En “Gershwin”, la coreógrafa De Chapeaurouge, sigue los lineamientos musicales de George Gershwin y combina, dentro de una moderna expresividad sinfónica, el lenguaje de la danza clásica y la influencia jazzística. “Allí se exploran cambiantes emociones en el marco de la atmósfera del blues afroamericano. El movimiento, a través de la riqueza rítmica, armónica y melódica transmite imágenes que conjugan la pasión, seducción y melancolía, por medio de juegos de encuentros y desencuentros entre dúos, tríos y cuartetos habitando espacios infinitos”, afirmó De Chapeaurouge.
“Como el agua que fluye”, toma elementos de la mitología china, y recupera la imagen del ave Fénix como símbolo de la inmortalidad.
Mientras que sobre “Beethoven B”, Ana María Stekelman, confesó siempre sintió atracción por la música de cámara que la indujo a la elección del primer cuarteto de cuerdas de Beethoven para la creación de esta obra.
“En esta pieza puede percibirse la aparición de lo anímico, pero no como algo religioso (Bach) sino como algo más corpóreo. En esta música se esconde el germen del Romanticismo al tiempo que presenta una construcción arquitectónica. También percibí algo de juego y un aire de juventud. ¡Cómo resistirse a trabajar con estos elementos!”, dijo.
Programa
Gershwin
Coreografía: Elizabeth De Chapeaurouge
Música: Obertura sobre temas de Gershwin
Rhapsody in blue (Pianistas: Jorge Navarro – Baby López Furst)
En ambos casos, arreglos y dirección: Ernesto Acher
Vestuario: Renata Schussheim
Iluminación: Eli Sirlin
Como el agua que fluye
Coreografía: Mabel Dai Chee Chang
Música: Marcelo Fabián Martínez (música original), Mauricio Kagel (fragmentos de La rosa de los vientos), Nino Rota (O Venezia, Venaga, Venusia) y Chango Spasiuk (fragmento de Improvisación para Isaco Abitbol).
Diseño y realización de elementos de utilería: Martín Patlis
Vestuario: Valentina Bari
Iluminación: Eli Sirlin
Beethoven B
Coreografía: Ana María Stekelman
Música: Cuarteto de cuerdas Nº1 en Fa Mayor Op. 18, de Ludwig van Beethoven
Escenografía y vestuario: Jorge Ferrari
Iluminación: Eli Sirlin
