El Ballet Nacional de Cuba, bajo la dirección de Alicia Alonso, presentará “Giselle” en Montreal, Canadá, los días 17, 18 y 19 de febrero, en la Sala Wilfrid-Pelletier del Teatro Place des Arts de Montreal, Canadá. Estas funciones coinciden con las celebraciones por el 170 años del ballet “Giselle” y el bicentenario del natalicio de Théophile Gautier (1811-1872), poeta, crítico y novelista francés, quien fue además uno de los libretista de esta obra.
“Giselle”, con coreografía de Alicia Alonso, sobre la original de Jean Coralli y Jules Perrot. Libreto: Théophile Gautier, Vernoy de Saint-Georges y Jean Coralli, está inspirado en una leyenda popular germánica recogida por Heinrich Heine. La música es de Adolphe Adam y los diseños, de Salvador Fernández. Esta pieza emblemática del repertorio del Ballet Nacional de Cuba, ya que posee una significativa importancia, no sólo en lo que concierne a su propia historia, sino también porque con esta pieza y con Alicia Alonso, su excepcional intérprete, Cuba trascendió por primera vez en el ámbito internacional de la danza.
Las funciones de la compañía cubana en Canadá serán protagonizadas por Anette Delgado, Viengsay Valdés y Sadaise Arencibia, en el rol de la joven campesina, y Elier Bouzac, Alejandro Virelles y Dani Hernández interpretarán al Duque Albrecht; mientras que la Reina de las Wilis, será protagonizada por Sadaise Arencibia, Yanela Piñera y Marizé Fumero.
La famosa sustitución de Alicia Márkova por Alicia Alonso en “Giselle”, se produjo durante la temporada del Ballet Theatre de Nueva York, el 2 de noviembre de 1943. Y desde entonces, su caracterización del personaje ha quedado en los anales de la danza internacional desde que Carlotta Grisi la estrenara.
La versión coreográfica y la interpretación personal del ballet “Giselle”, por Alicia Alonso, recibieron en 1966 el Grand Prix de la Ville de Paris; y en 1972, fue incorporada esa misma versión a la Ópera de París.
El estreno mundial del ballet “Giselle” se efectuó el 28 de junio de 1841, en la Ópera de París, con Carlotta Grisi en el papel de “Giselle”, Lucien Petipa en el de Albrecht, Adèle Dumilâtre en el de Myrtha. La escenografía fue diseñada por Pierre Ciceri, los trajes por Paul Lormier.
Un saludo a todas las Bailarinas y en especial a mi amiga Loipa por su dedicacion y entrega al igual a la prima Alicia A que ella desde los dias mas duro de su vida y su efuerso es un ejemplo para nuestro Pais, Hoy es una gran compania en el mundo entero, lo cual yo le sigo de muy serca y vivo eso la bellesa que Dios y el talento de cada una de ella y una oracion para aquellas que fisicamente no estan pero viven en nuestro recuerdo la Linda Josefina Mendez y otra que han partido a la casa de Dios Padre les deseo una feliz Navidad y buenas perpectibas para el 2012 Dios les bendiga Un saludo para Abel Avella y si esta por alli
¡EXAGERACIONES DANZARIAS!
EL MAL GUSTO DE VIENGSAY VALDÉS…
Por: Alfredo López Serrano.
Ahora con objetividad profesional. Hagamos referencia lo que significa el arte de Valdés, desde un punto de vista técnico y fidedigno, dentro de lo que es realmente el universo de la danza.
Toda artista normal ha de plegarse a una disciplina inicial, para metamorfosearse en un dotado instrumento, con el objetivo de fabricar belleza, es absolutamente indispensable una férrea disciplina, que constituye la regla de todo gran bailarín, ese es el principio de la perfección, solo así se adquiere la técnica, a la que cabe considerar como la gran encauzadora, una primera bailarina, está en la obligación de conocer sintaxis, la función de los pasos y su ordenación, si no quiere caer con facilidad, en debatirse en el callejón sin salida de mostrar lo mal hecho, la bailarina mal guiada puede transformarse en una criatura artificial, repleta de vicios y manierismos, con la frívola y fútil intención de solo agradar al público, el básico cimiento de la técnica es indispensable. Nadie osa discutir su imperiosa necesidad, sólo lo hará el loco e inexperto, aún así, fracasará estrepitosamente por talento que tenga si no la posee. A veces por debilidad y mimó o para complacer al público, se crea en él artista una guerra sin cuartel a la limpia danza clásica, al correcto uso de sus cinco posiciones, a sus zapatillas y puntas.
Analizando el trabajo de Valdés, su baile consiste en una monótona sucesión de tres o cuatro pasos extraordinariamente excitantes, estos tres o cuatro pasos, para hablar con toda exactitud y propiedad, son tres, con mucho gusto los expondré:
1- Equilibrios sobre las puntas (los balletómanos suelen llamarlo balance), por ejemplo; Sería interesante examinar en qué posición se encuentran las rodillas y los pies de Valdés, a la hora de valorar la permanencia encima de las puntas; tratemos de razonar que el solo objetivo es crear un efecto visual con el fin de impresionar al auditorio, si realmente la posición de la pierna y rodilla es incorrecta, de nada sirve el tiempo demorado encima de la punta en el imperfecto equilibrio, Valdés es muy proclive a ello, es lo que ordinariamente suelen llamarle los bailarines posición sucia, el ballet es un arte sublime lleno de poesía, con una precisa, tradicional, y concebida técnica, muy alejada del espectáculo circense, que si trata principalmente de alcanzar resultados atrayentes sin sólidos mensajes ni argumentos.
2- Pirouette, a mi juicio existe una enorme diferencia entre dar vueltas encima de las puntas, a realizar unos correctos pirouettes desde las posiciones adecuadas, tanto en su comienzo como en su terminación, por ejemplo; los ejecutados desde la cuarta posición con el fin de terminar en ella, con cierto grado de separación entre el pie de delante y el de atrás debiendo respetarse religiosamente su desempeño, no acudir al facilismo de dar innumerables vueltas violando las adecuadas pautas, por absoluta sumisión al fácil y barato aplauso, esto crea al conocedor la sensación de una pobreza y abrumadora monotonía técnica, como alguien aficionado que jamás ha acudido a una escuela de danza, sería objetivo observarla detenidamente en uno de sus innumerables videos, con el fin de juzgarla adecuadamente.
3- El último, tercero, y restante paso, por el cual es aclamada la Srta. Valdés, es el tan criticado y a su vez admirado fouetté, de sobra es conocido (se hace hincapié en ello, en un instructivo y didáctico artículo, publicado en “Danza Ballet”) que algunos especialistas lo subvaloran y rebajan como mérito a exaltar en una bailarina, entre ellos el célebre Arnold L. Haskell, el cual no le daba ningún valor a la que poseía la facilidad de realizarlos con destreza, al punto de detestar las coreografías que los tenían concebido dentro de ellas, exponiendo exageradamente que debía eliminarse, por supuesto no estoy de acuerdo en ello, bien ejecutados, con sentido dramático y coreográfico son muy apreciables, pero cuando se realizan de forma errática, incluyendo dobles y triples pirouette al encontrar el eje, con la simple intención de resultarle excitante al espectador , son inadmisibles, esta sería la tercera asignatura que le queda pendiente a críticos y especialistas de la prensa, relativo a la sobreestimada, sobrevalorada, y sobredimensionada Srta. Viengsay Valdés, cuando escriben sobre ella.
Estoy al tanto, que en la última temporada realizada por El Ballet Nacional de Cuba en Londres, bailando “El lago de los cisnes”, la Srta. Valdés fue duramente criticada, y comparada con un integrante de la compañía Trockadero,
Entre las peores cosas que he visto, en mi larga carrera como especialista de espectáculos de ballet por más de medio siglo, se encuentran por orden.
1-La actuación de Valdés junto a Elier Bourzac, en lo que es una lección de estilo y elegancia, el exquisito “pas de deux Classique”, carente en esa ocasión de todo lo que lleva semejante obra, error grave, casi herético, el creer que podían bailar semejante caballo de batalla, con exigencias académicas y requerimientos ineludibles de distinción, que estuvieron ausentes por completo.
2-Lo segundo, Valdés y Romel Frómeta en el pas de deux “Festival de las Flores en Genzano”. En esa ocasión en La Habana, escuché comentar a una de las gloriosas cuatro joyas que se encontraba presente, que era lo más pavoroso que había presenciado en su vida.
3-Para concluir dejó la Taglioni, ya lo dijo Josefina Méndez, otra célebre gema, en una entrevista que le hicieron para la televisión cubana, sobre el montaje del personaje del cual era reina absoluta. Ella expresó categóricamente: Que le costaba mucho más trabajo ensayarla, que a las demás integrantes del nuevo Grand pas de quatre, este dictamen emitido por semejante maître, no merece ni el más mínimo comentario, (solo observarla danzar con detenimiento)
Si reflexionamos, valorando estos elementos, su baile está caracterizado por la ausencia de buen gusto, recurrentemente encaminado hacia manidos trucos dancísticos y torpes timos, con la sola intención de conquistar aplausos.
Brilla en Francia, Anette Delgado en. “Giselle”
Por: François Poirier.
Anette Delgado en el primer acto del
Ballet “Giselle”. Foto: JAQUES Moatti.
Presenciar en París, o en su periferia, algo novedoso y deslumbrante, es cosa bien difícil, diariamente existen cientos de espectáculos en la ciudad luz, con el fin de encandilar a los espectadores, llenando la capital o sus contornos, de mediocridad o eventos sin interés, pocas veces se cumple el objetivo del beneficio deseado, por esa razón el Ballet Nacional de Cuba, me ha dejado extraordinariamente complacido y hechizado, dirigido por la última gran leyenda de la danza viviente, que es Alicia Alonso, fundadora de dicha institución hace sesenta y dos años atrás, especializada en la más arraigada tradición romántico clásica, ver a sus jóvenes danzar, es como recrear un perfecto viaje al pasado en el país de las hadas, repleto de magníficas sensaciones, convirtiendo la experiencia en algo imperecedero, aún en las diferentes temporadas europeas del ballet “Giselle”, de origen y desarrollo francés, hecho que no impidió en lo absoluto para enaltecer la obra traída por los cubanos, en esta ocasión por solo dos noches en el Enghien-Les-Bains los días 23 y 24 de Abril, con facilidad se puede apreciar a través de sus actuaciones, el grado de sinceridad logrado por los caribeños; fue la joven Anette Delgado, la cual no me era desconocida, debido a su brillante interpretación de esta obra en París en el 2007, la responsable de la primera representación, extraordinariamente bella y repleta de un vasto lirismo, cautivo a los espectadores, desde su aparición se sintió a la artista de excepción, dotada de una sensibilidad exquisita, con una precisa y soberbia técnica, demostró ser la heredera absoluta de lo que antaño fuera propiedad de madame Alonso, su escena de la locura conmovedora, todo esto superado aún más en el segundo acto, lleno de ternura y delicadeza, nos encantaría verla con sistematicidad en Francia danzando ese personaje, del cual sin duda alguna en la actualidad, es dueña absoluta dentro de la compañía a la que pertenece, magníficamente secundada de forma sublime por su partenaire, el primer bailarín Javier Torres, en un dúo de amor inolvidable, Yanela Piñera, en su maligno personaje de la reina de las wilis , excelente, demostrando control absoluto a cada aparición, el cuerpo de baile con una sincronización jamás vista en Europa; la coreografía concerniente a su directora, desde mi punto de vista es la mejor y más ilustrada de cuantas existen en el presente, estudiado hasta los más mínimos detalles, al concluir el ballet apareció en el escenario Alicia Alonso, rodeada de sus noveles estrellas, ocasionado un atronador aplauso, acarreado por el homenaje que se le tributa en el año donde cumple su novena década de existencia, ella ha podido trascender a los años e instalarse en una especie de estadio superior a la danza, para concentrarse en lo esencial, se encontraban en la sala diversas personalidades del mundo político y cultural de varios países, Abel Prieto ministro de cultura de la nación cubana, Pedro Simón director del Museo de la Danza en Cuba, Irina Bokova directora general de la UNESCO, Cyril Atananasoff máster francés de la danza, Dominique Roland titular del centre des arts. Vistiendo la despedida nuestro Señor Alcalde de la ciudad de gala Philippe Sueur concejal de Oise.