Danza Contemporánea de Cuba

Danza Contemporánea de Cuba estrenó “Casi casa”, de Mats Ek,obra que recrea de manera minimalista el interior de una casa. Fotos gentileza de DCC

Los cubanos amantes del arte de Terpsícore estuvieron de plácemes este mes de mayo, pues han enriquecido su acervo cultural con las propuestas que se presentaron como conclusión del jubileo fundacional de Danza Contemporánea de Cuba (DCC). Dos nuevas obras subieron a la escena del Gran Teatro de La Habana, y una de ellas, “Casi Casa”, firmada por uno de los más prominentes coreógrafos europeos del mundo, el sueco Mats Ek. La segunda, como tributo a uno de los tradicionales ritmos populares del país, bajo el título intrigante de “Mambo 3XXI”, fue un trabajo reconfortante del joven bailarín y coreógrafo de la compañía George Céspedes.

¿Por qué una pieza de Mats Ek? “He sido siempre un entusiasta admirador del trabajo de Mats –dijo Miguel Iglesias Ferrer, ex bailarín y director artístico por casi dos décadas de esta agrupación de la mayor isla de las Antillas–, y hemos buscado la manera que se pudiera llevar a la realidad un proyecto juntos, con la complicidad afortunada de la Fundación Ludwig de Alemania y sus representantes en La Habana”.

“Cuando Ek vino a Cuba, el año pasado, se enamoró de DCC, y a partir de ese enamoramiento mutuo surgió la posibilidad de trabajar –comentó–, como su agenda es muy apretada, decidimos montar fragmentos de “El apartamento”(creado en 2000 para el Ballet de la Ópera de París) y de “Fluke”(de 2002, estrenado por el Ballet Cullberg en la Casa de la danza de Estocolmo), así comenzamos las labores en octubre pasado, con una de sus asistentes (la japonesa Mariko Aoyama) y la esposa de Mats, la afamada bailarina española Ana Laguna. Esperamos que este sea el comienzo, y que exista la posibilidad de crear una obra original para nosotros”, precisó Iglesias.

En cuanto al proyecto sueco-cubano, para que esto llegara a buen puerto, fueron necesarias las intervenciones participativas benévolas de varias instituciones culturales cubanas y extranjeras, entre ellas la mencionada Fundación Ludwig de Cuba; los Reales Teatro dramático y La Ópera de Estocolmo; el Sadler´s Wells de Londres; el Dance Consortium de Inglaterra; el American Ballet Theater (ABT); o el Ballet de Monte Carlo, por sólo mencionar algunas.

El DCC ha cumplido una agenda prometedora en su andadura internacional de 2010: desde el 19 de febrero en el teatro del Sadler´s Wells londinense bajo el auspicio del British Council; luego enrumbaron hacia Barcelona, invitados al Mercat des les flors. Posteriormente, en el mes de mayo, se presentaron en Polonia, y para septiembre, irán tan lejos como Australia, por vez primera.